Ecuador traslada a líderes de pandillas a prisión de máxima seguridad
QUITO, 18 nov (Reuters) - Dos líderes de pandillas que, según las autoridades ecuatorianas, son responsables de la violencia dentro de las cárceles fueron trasladados el viernes a una de máxima seguridad, dijo el Gobierno, como parte de los esfuerzos retomar el control de los centros penitenciarios del país andino.
Al menos cinco policías murieron a principios de este mes en ataques en reacción al traslado de unos 1.000 prisioneros, mientras que al menos dos reclusos fallecieron en actos de violencia relacionados.
El sistema penitenciario de Ecuador ha enfrentado problemas estructurales durante décadas, pero la violencia carcelaria se ha disparado desde fines de 2020, matando al menos a 400 presos.
Los cabecillas transferidos fueron identificados por el Gobierno como "Bermúdez" de la banda Los Lobos y "Anchundia" de la pandilla R7, a quienes les responsabiliza de los últimos ataques mortales en las cárceles en Quito y Santo Domingo, respectivamente.
El presidente Guillermo Lasso ha culpado repetidamente de la violencia, incluso dentro de las prisiones, a las represalias de las bandas de narcotraficantes por los esfuerzos de su Gobierno para combatirlas. Ecuador es utilizado como punto de tránsito de drogas con destino a Estados Unidos y Europa.
"El Gobierno actúa con todo el rigor de la ley para sancionar a cabecillas de mafias narcoterroristas que provocaron ataques; por lo que aquellos que causen problemas serán trasladados a la cárcel de máxima seguridad", dijo la oficina de prensa de Lasso en un comunicado.
"El Gobierno no dará tregua a las mafias que pretendan arrebatar la tranquilidad a los hogares del país", agregó.
La agencia SNAI reabrió la cárcel de máxima seguridad llamada La Roca, ubicada en la ciudad de Guayaquil, para trasladar a cabecillas de bandas desde mediados de este año.
SNAI escribió en Twitter que había iniciado la intervención con el apoyo de la fuerza pública las cárceles de Quito y Santo Domingo, a fin de mantener el orden y garantizar la seguridad en esas prisiones. (Reporte de Alexandra Valencia, Editado por Manuel Farías)