Ecologistas protestan en Alemania contra mina de carbón
BERLÍN (AP) — Activistas ambientales prometieron el domingo proteger a una pequeña localidad en el oeste de Alemania de la expansión de una mina de carbón cercana que se ha convertido en un asunto conflictivo entre el gobierno y los ecologistas.
Cientos de personas de distintas partes de Alemania se congregaron para protestar en la localidad de Luetzerath, que se encuentre al oeste de Colonia, junto a la enorme mina de carbón de Garzweiler.
El cierre de la mina a cielo abierto, que suministra gran parte del lignito —un carbón blando de color marrón— que se quema en las centrales eléctricas cercanas, está previsto para 2030 en virtud de un acuerdo alcanzado el año pasado entre el gobierno del estado de Renania del Norte-Westfalia y la empresa de servicios públicos RWE.
La compañía señaló que necesita el carbón para garantizar la seguridad energética de Alemania, que se ha visto afectada por el corte del suministro de gas procedente de Rusia desde la invasión a Ucrania.
Pero los grupos ecologistas han criticado el acuerdo, afirmando que seguirá dando lugar a la extracción y quema de cientos de millones de toneladas de carbón. Argumentan que esto liberaría enormes cantidades de gases de efecto invernadero y haría imposible que Alemania cumpliera sus compromisos en virtud del acuerdo climático de París de 2015.
“(Lucharemos) por cada árbol, por cada casa, por cada metro de este pueblo”, dijo Luka Scott, portavoz de la alianza de grupos que organizan las protestas. “Porque quien ataca Luetzerath, ataca nuestro futuro”.
Destacados activistas han reunido apoyo para defender el pueblo de la destrucción, citando el impacto que el cambio climático ya está teniendo en Alemania y más allá.
Aunque gran parte de la manifestación del domingo tuvo un aire festivo, con la asistencia de familias y la actuación de una banda popular en el lugar, algunos activistas se preparaban para posibles enfrentamientos con la policía. Los manifestantes se enfrentaron brevemente a los agentes la semana pasada, y la agencia de noticias alemana dpa informó de que se habían colocado barricadas y otras medidas para evitar que Luetzerath fuera arrasado.
La lucha por Luetzerath ha abierto una brecha entre los ecologistas y el partido de izquierda Los Verdes, que forma parte del gobierno de Renania del Norte-Westfalia y del nacional.
El copresidente del partido en el estado occidental, Yazgulu Zeybek, instó a los manifestantes a abstenerse de la violencia y permitir que se procediera a la destrucción del pueblo.
En una entrevista concedida al diario Westdeutschen Allgemeinen Zeitung, afirmó que los Verdes “ni deseaban ni elegían” que Luetzerath fuera destruido, pero añadió que la situación legal era clara.
El pueblo y sus alrededores pertenecen a RWE y el último agricultor que residía allí vendió su propiedad a la empresa en 2022 tras perder un juicio contra su desalojo. Desde entonces, sólo un puñado de activistas han ocupado las tierras, algunos viviendo en casas construidas por ellos mismos en los árboles o en casas rodantes.
La policía ha dicho que no habrá desalojo antes del 10 de enero.