La conmovedora historia del niño de dos años con espina bífida que aprendió a caminar
Dawson fue diagnosticado con esa patología que afecta a casi 2000 bebés de Estados Unidos cada año y, contra todo pronóstico, está aprendiendo a dar sus primeros pasos
Hace dos años, Lacey Ball, de 25 años, de Kentucky, Estados Unidos, recibió una noticia que le cambió la vida antes de que su hijo naciera. El pequeño Dawson fue diagnosticado con espina bífida cuando estaba en el útero de su madre, a la que le dijeron que era probable que su hijo no caminaría jamás.
La espina bífida ocurre cuando el tejido espinal no se fusiona adecuadamente durante las primeras etapas del embarazo, lo que provoca un gran número de discapacidades cognitivas, de movilidad, urinarias e intestinales de por vida. Esta afección afecta entre 1.500 y 2.000 niños en los Estados Unidos cada año.
Dawson, sin embargo, consiguió lo imposible gracias a su tesón y sus ganas de superarse. Según Lacey cuenta, su hijo Dawson había aprendido a ponerse de pie sujetándose a cosas o con el apoyo de ella o de su marido, pero no se había atrevido a echar a andar.
En diciembre de 2020, el pequeño sorprendió a sus padres dando sus primeros pasos por sí solo, utilizando únicamente su andador.
“Empezó queriendo ponerse de pie y a subirse a las cosas de forma natural, pero le costó un poco de trabajo dar pasos con su andador”, dijo Lacey a Europa Press.