Datos de inflación y salarios desafían narrativa "transitoria" de la fed
Por Howard Schneider
WASHINGTON, 1 nov (Reuters) - Un aumento de precios y salarios a máximos de varias décadas podría desafiar a las autoridades de la Reserva Federal esta semana, mientras intentan mantener un equilibrio entre garantizar que la inflación se mantenga contenida y dar a la economía el mayor tiempo posible para que recupere los empleos perdidos desde la pandemia.
Dado que los inversores ya apuestan a que la Fed subirá las tasas dos veces el próximo año, un ritmo mucho más adelantado y rápido de lo proyectado por las propias autoridades monetarias, los economistas de Goldman Sachs se han convertido en los últimos en acelerar su llamado a un alza de tasas, adelantándolo todo un año, hasta julio de 2022.
Para entonces, el economista de Goldman Jan Hatzius y otros escribieron que esperan que la inflación -medida por el índice de precios de gastos de consumo personal- aún esté por encima del 3%, una racha no vista desde principios de los años 90 y muy por encima del objetivo del 2%.
Es poco probable que algunos aspectos del mercado laboral, en especial la tasa de participación de la fuerza laboral, se recuperen a niveles prepandémicos, y quedarían aparentemente por debajo del "empleo máximo" que la Fed ha prometido restaurar antes de subir las tasas.
Pero en ese punto, escribió el equipo de Goldman, las autoridades de la Fed "concluirían que la mayor parte, si no toda, de la debilidad en la participación de la fuerza laboral es estructural o voluntaria", y procederían con alzas de tasas para asegurarse de que la inflación permanezca controlada.
"Desde que (el Comité Federal del Mercado Abierto) se reunió por última vez en septiembre, la tasa de desempleo ha caído más, las ganancias promedio por hora y el índice de costos laborales han registrado fuertes aumentos y la inflación se ha mantenido alta", escribieron, desafiando la narrativa de la Fed de que la inflación pasará sola sin tener que recurrir a una subida de tasas para endurecer las condiciones crediticias y ralentizar las compras comerciales y familiares.
Problemas con el cronograma
La Fed se reúne esta semana y emitirá una nueva declaración de política el miércoles a las 1800 GMT, seguida de una conferencia de prensa media hora más tarde del presidente de la entidad, Jerome Powell.
Se espera que las autoridades aprueben planes para reducir sus compras mensuales actuales de bonos por 120.000 millones de dólares hasta eliminarlos por completo a mediados del próximo año, un primer paso para alejarse de las principales políticas implementadas a principios de 2021 para combatir las consecuencias económicas de la pandemia.
Las autoridades de la Fed han intentado separar esa decisión de su eventual y más consecuente llamado sobre cuándo subir las tasas. El referencial para un alza se estableció el año pasado, cuando la Fed dijo que no se incrementaría hasta que la economía haya vuelto al nivel máximo de empleo, y "la inflación se haya acelerado al 2% o esté en camino de superar moderadamente el 2% por algún tiempo".
En ese momento, las autoridades pensaron que tendrían suficiente tiempo para eliminar gradualmente las compras de bonos con poco riesgo de inflación. Incluso cuando los precios comenzaron a acelerarse a principios de año, argumentaron que el alto ritmo resultaría "transitorio" y no los precipitaría a una subida de tipos.
No obstante, el cronograma se les podría estar complicando.
Los economistas de Goldman ahora ven un traspaso "continuo" de la reducción de compra de bonos a los aumentos de tipos el próximo año, una visión coincidente con la visión que ahora prevalece en los mercados de futuros de tasas de interés.
Según la herramienta FedWatch de CME Group, la negociación de contratos de futuros de fondos federales ahora implica una probabilidad superior al 65% de que la Fed suba las tasas en junio, justo cuando se espera que termine la reducción de compras, y se espera un segundo aumento en noviembre.
Hace un mes, los indicadores del mercado indicaron menos de un 20% de probabilidades de un alza de tipos a principios de junio y una probabilidad comparativamente insignificante de dos alzas en 2022.
Tesis de transitoriedad de inflación alta "no envejeció bien"
Puede ser un momento confuso en lo referente a la inflación. Culpado al principio a lo que se esperaba fueran disrupciones temporales de suministros y un aumento del gasto del consumidor en bienes que se estaban volviendo difíciles de encontrar en algunos casos, el ritmo de la subida de precios se ha mantenido más alto de lo esperado.
No solo se espera que la inflación de bienes disminuya el próximo año, sino que se revierta incluso en una ronda de precios a la baja. No obstante, se espera que el costo de los servicios compense la diferencia, sobre todo si un aumento reciente en el pago a los empleados resulta persistente.
El aumento de salarios y beneficios presentará un desafío particular para el banco central, que deberá determinar si los empleados están siendo mejor pagados porque la productividad está aumentando o porque los mercados laborales y la cantidad de trabajadores disponibles se han desincronizado por la pandemia.
Uno sería visto como un desarrollo positivo, mientras que el otro podría elevar aún más los riesgos inflacionarios.
"Todo esto pone a Powell en un aprieto para la reunión de noviembre en una medida mucho mayor de lo que parecía probable incluso hace unas semanas", cuando trataba de equilibrar un comité dividido aproximadamente a partes iguales entre los que estaban dispuestos a subir las tasas el próximo año y los que estaban dispuestos a mostrar más paciencia, escribió el vicepresidente de Evercore ISI, Krishna Guha.
"Nada de esto prueba que la tesis transitoria sea finalmente incorrecta", escribió, pero las "pruebas para creer que el exceso de inflación probablemente resultará transitorio no han envejecido bien".
(Reporting by Howard Schneider; Editing by Dan Burns and Daniel Wallis)