Cuba aguarda llegada de huracán, el gobierno promete regreso de electricidad el lunes
El gobierno cubano espera que el servicio eléctrico estará restablecido el lunes por la noche para la gran mayoría de la isla, que se prepara este domingo para el impacto inminente del huracán Oscar en el este tras 48 horas de apagón total.
"Podemos estar hablando que entre mañana lunes en la mañana, en la tarde, en la noche" el servicio estaría restablecido para la mayoría de los cubanos, dijo en conferencia de prensa el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, precisando que "el último cliente quizás puede estar recibiendo (el servicio) el próximo martes".
Los cubanos llevan más de dos días sin corriente eléctrica, luego de que el viernes una falla técnica en la termoeléctrica Antonio, la más importante de la isla, provocó la caída del sistema eléctrico nacional. A esto se suma la llegada del huracán Oscar, categoría uno, este domingo por la tarde noche en el extremo este del país.
El ministro explicó que las autoridades se preparan para la afectación de las líneas de transmisión en esas zona por los fuertes vientos que ya afectan esa zona del país.
De acuerdo con el Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología, Oscar "continúa su movimiento entre el oeste y oeste-suroeste, lo que indica que pudiera estar tocando tierra durante la tarde-noche" en las costas de de las provincias de Guantánamo y Holguín.
El gobierno ha hecho esfuerzos para reactivar poco a poco el servicio eléctrico en el país, sin demasiado éxito. El domingo por la tarde había logrado llevar el servicio más de 200.000 en La Habana, según la empresa eléctrica nacional.
El presidente Miguel Díaz-Canel dijo el sábado por la noche en la red X que "ya se trabaja arduamente para la protección del pueblo y los recursos económicos, ante la inminencia del huracán Oscar". "Igualmente se atiende la situación energética" de la isla, añadió.
- Dificultad tras dificultad -
Las autoridades suspendieron las clases y las actividades laborales imprescindibles hasta el miércoles, solo se mantendrán funcionamiento hospitales y servicios vitales para la población.
"Este apagón les complica muchísimo la vida a los cubanos. La situación es bien difícil, pero yo intento mantener la calma, porque ya es demasiado estrés en este país", declaró a la AFP Yaima Valladares, una bailarina de 28 años.
El ama de casa Isabel Rodríguez, de 72, se queja de no poder dormir. "Cómo no se nos va a enredar la vida, si no tenemos nada, ni los motores del agua pueden ponerse", dijo.
"Ya mi frío (refrigerador) tiene tres días de descongelado y temo que se me eche a perder todo", explicó este domingo Adismary Cuza, una trabajadora privada de 56 años, está desesperada.
"Dos días sin luz, ¿qué es esto caballero? ¿Qué va a pasar? El cubano está cansado de tanta cosa", añade Serguei Castillo, de 68 años, está tan preocupado como Cuza.
El jueves, Díaz-Canel dijo que la crisis obedece a la dificultad para comprar el combustible que necesita el sistema eléctrico, debido al embargo que Washington aplica contra la isla desde 1962.
Ese mismo día, el gobierno anunció la paralización de labores estatales para enfrentar la crisis que en las últimas semanas ha dejado a la población de varias provincias hasta 20 horas sin luz en un día.
Los cubanos sufren desde hace tres meses prolongados apagones, con un déficit de hasta el 30% en la cobertura nacional. El jueves, un día antes del apagón total, llegó al 50%.
- Sistema precario -
En la isla, la electricidad se genera a través de ocho desgastadas termoeléctricas dependientes de carburante, que en algunos casos presentan averías o se encuentran en mantenimiento, así como de varias plantas flotantes -que el gobierno renta a empresas turcas- y grupos electrógenos.
En su mayoría, esta infraestructura requiere de combustible para funcionar.
Con escasez de alimentos, medicinas, una inflación disparada y apagones crónicos que limitan el desarrollo de las actividades productivas, Cuba enfrenta su peor crisis económica en tres décadas.
Los apagones fueron uno de los detonantes de las históricas manifestaciones del 11 de julio de 2021.
Lp-j/mar