Crece la ira en los andes peruanos mientras se desvanece esperanza de elecciones este año
Por Alexander Villegas
JULIACA, Perú, 7 feb (Reuters) - Las protestas y los bloqueos de carreteras en los Andes meridionales de Perú se han intensificado ante la ausencia de un consenso en el Congreso para adelantar las elecciones generales, con disturbios que han paralizado gran parte de una región rica en cobre y en sitios arqueológicos incas como Machu Picchu.
El legislativo ha rechazado múltiples proyectos de ley para adelantar los comicios, una demanda clave de los manifestantes, incluyendo una propuesta de la presidenta Dina Boluarte el viernes que pasó a ser archivada.
Las protestas han paralizado el país andino, con enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad que han dejado al menos 48 muertos. La peor ola de violencia en Perú en dos décadas amenaza con desestabilizar una de las economías más fiables de la región.
Reuters habló el lunes con decenas de manifestantes en múltiples bloqueos en el sur peruano, algunos ocupados por un puñado de personas y otros por decenas, quienes no ven otra solución que las continuas protestas tras la ausencia de un acuerdo en el Congreso para adelantar las elecciones a 2023.
El Congreso está sumamente fragmentado. Tiene 13 bloques, originados en parte por las normas que permiten a un grupo de cinco legisladores crear fácilmente uno nuevo. Los dos partidos mayoritarios tienen sólo 24 y 15 escaños, respectivamente, lo que dificulta alcanzar las mayorías necesarias para legislar.
Adelma Quispe, una manifestante de la ciudad sureña Ayavire, dijo que las protestas se habrían calmado si hubiera habido un acuerdo para llamar a elecciones anticipadas.
"Pero ahora no", afirmó Quispe, de pie detrás de un bloqueo de piedras, banderas peruanas y más de 20 manifestantes a la salida de Ayavire.
"Por lo tanto, nosotros, ahora, hasta el último tenemos que luchar", agregó, y añadió que el cierre de carreteras no cesará hasta que Boluarte dimita, se convoquen nuevos comicios y se celebre un referéndum para una nueva Constitución.
Perú, segundo productor mundial de cobre, se ha visto sacudido por la agitación social desde la destitución el 7 de diciembre del expresidente Pedro Castillo. La mayoría de las muertes de manifestantes en choques con las fuerzas de seguridad se produjeron en sectores rurales del sur, empobrecidos a pesar a las abundandes reservas de minerales.
"Queremos que se denuncie: tantos hermanos que han matado", dijo Leonardo Zamata, un manifestante que bloqueaba la entrada a Humachiri, un pueblo cerca de la ciudad sureña Juliaca. "¿Acaso no nos va a doler? A los más humildes (han matado)", indicó.
Zamata añadió que su pueblo no levantaría el bloqueo hasta que haya nuevas elecciones. Zamata, Quispe y otros activistas dicen que han reunido dinero para enviar gente a protestar a Lima, pero se dedican a mantener los bloqueos en sus pueblos.
En toda la región, los manifestantes aseguran que pueden sobrevivir con los cultivos y el ganado locales, y aguantar más que la capital hasta que se atiendan sus demandas. (Reporte de Alexander Villegas. Editado en español por Raúl Cortés Fernández y Marion Giraldo)