Con los hospitales del líbano llenos, una familia huye para dar a luz en irak
NAJAF, IRAK, 8 oct (Reuters) - Lubana Ismail acababa de huir de su pueblo del sur del Líbano con su marido y sus dos hijos cuando se puso de parto. Tenía las venas del útero hinchadas y necesitaba supervisión médica inmediata para dar a luz sin peligro.
Buscaron un hospital en Beirut o Sidón que la admitiera, pero todos estaban llenos de muertos y heridos.
"Ningún hospital me aceptó. Nos rechazaron en todas partes hasta que mi padre sugirió que fuéramos a Irak", cuenta.
Así que cogieron un avión y volaron a Nayaf. Allí, en una ciudad de peregrinación chiíta situada en una antigua zona de guerra a 1.000 kilómetros de casa, Lubana dio a luz a Zahraa, sana y salva.
El orgulloso padre, Fouad Youssef, relató los peligros que enfrentaron.
"Al principio fuimos a Tiro, pero un ataque nos alcanzó justo al lado. Decidimos ir a Beirut, pensando que sería más seguro, pero incluso en el camino, un ataque golpeó cerca de nosotros", dijo.
"Durante los dos días que estuvimos desplazados, intenté llevar a mi mujer a un hospital porque su parto era difícil. Pero debido al elevado número de heridos y mártires, no había plazas libres", contó.
Más de un millón de libaneses han huido de sus hogares desde que Israel intensificó sus ataques aéreos y lanzó una campaña terrestre en el sur del Líbano contra el movimiento Hezbolá, que ha estado golpeando a Israel en solidaridad con los palestinos.
Imran Riza, coordinador humanitario de la ONU, declaró que el ritmo de los desplazamientos desde el 23 de septiembre había superado los peores escenarios y que se estaban produciendo demasiados daños en las infraestructuras civiles.
Nayaf, que acoge a millones de peregrinos chiíes al año, está acostumbrada a atender las necesidades médicas urgentes de extranjeros, y los iraquíes han soportado casi dos décadas de guerra en casa. Pero recibir refugiados del Líbano es inesperado. El Ministerio del Interior iraquí dice que hasta ahora han llegado unos 5.700 libaneses.
Lubana y Fouad están agradecidos por haber encontrado un lugar seguro para traer a su familia y dar a luz a su hija. Pero no tienen ni idea de lo que vendrá después.
"Tenemos miedo de que la guerra dure mucho tiempo. ¿Qué será de nuestros hijos? Los estábamos preparando para la escuela, pero ahora no hay educación. ¿Vamos a quedarnos aquí? ¿Nos vamos? ¿Volvemos a nuestro país?", reflexiona Youssef, mientras ve en la pantalla de su móvil las noticias sobre la destrucción en Líbano. (Reporte de Ahmed Saeed en Nayaf, eedacción de Ahmed Rasheed. Edición de Peter Graff; editado en español por Natalia Ramos.)