Con la nariz y el tenis en óptimo estado, Nadal avanza
NUEVA YORK (AP) — La nariz de Rafael Nadal lucía bien, sin puntos de sutura ni una cinta adhesiva siquiera, 48 horas después de la hemorragia que le provocó un golpe accidental que él mismo se propinó con la raqueta.
En cuanto al tenis del español, estuvo también en óptimas condiciones, como suele ocurrir ante Richard Gasquet.
Nadal mejoró a una foja de 18-0 ante Gasquet en su carrera, y estiró a 34 su número de sets consecutivos ganados ante el francés. Se impuso el sábado por 6-0, 6-1, 7-5 para avanzar a la tercera ronda.
Después de que el segundo preclasificado se llevó los nueve games iniciales, Gasquet ganó finalmente uno, cuando habían transcurrido 70 minutos de partido. Un saque de 97 mph encontró como respuesta un tiro que se estrelló en la red por parte del monarca de 22 torneos del Grand Slam.
Gasquet alzó ambos brazos, mientas la multitud en el estadio Arthur Ashe se ponía de pie para ovacionarlo.
Pero todo regresó a la normalidad inmediatamente después en este duelo entre tenistas de 36 años. Nadal mostró poder con los tiros a ras de piso y colocó las bolas con tal tino que no hubo escapatoria para Gasquet, quien llegó a ser de los 10 mejores del mundo pero se sitúa actualmente en el 91er sitio.
Sólo en el tercer parcial, Gasquet puso el encuentro más competitivo, al emparejar 5-5, antes de que Nadal se llevara los últimos dos games para mejorar a 22-0 en duelos de Grand Slam en 2022.
La siguiente estación para el mallorquín es un duelo ante Frances Taifoe, estadounidense que llegó a la cuarta ronda en Flushing Meadows por tercer año consecutivo. Nadal tiene un récord de 2-0 ante Tiafoe.
“Ahora creo que puedo vencerlo... Definitivamente voy a intentarlo”, dijo Tiafoe, de 24 años.
Nadal ganó el Abierto de Australia en enero y el Abierto de Francia en junio. Se instaló en semifinales de Wimbledon pero claudicó antes de disputarlas por el desgarro de un músculo abdominal.
Un día después de lo que pudo ser el adiós de Serena Williams, algunas tenistas revelaron que tampoco ellas quisieron perderse la emotiva sesión.
Jessica Pegula y Petra Kvitova la miraron por la TV desde sus habitaciones de hotel.
Y el sábado, ambas cosecharon victorias para instalarse en la cuarta ronda, algo que no pudo lograr Williams la víspera.
“Desde luego que vi a Serena, como todos”, dijo Pegula, estadounidense de 28 años, quien es la octava preclasificada en Flushing Meadows y se impuso a Yuan Yue por 6-2, 6-7 (6), 6-0. “Una se siente como triste de cómo terminó el partido. No sé, yo también me puse sentimental por ver lo emocionada que ella estaba”.
La checa Kvitova, dos veces campeona en Wimbledon, dijo que se sintió inspirada por la última gesta de Williams, dueña de 23 títulos del Grand Slam, quien levantó cinco match points pero sucumbió el viernes en tres sets frente a la australiana Ajla Tomljanovic.
“Fue muy especial. Ella no quería irse de la cancha, de ningún modo. A mí me pasó lo mismo hoy, en realidad. No quería marcharme del torneo, así que estuve ahí peleando de algún modo”, dijo Kvitova, quien fue borrando un déficit tras otro, incluyendo un par de match points, antes de doblegar a la hispano-venezolana Garbiñe Muguruza por 5-7, 6-3, 7-6 (12-10).
“Eso es lo que Serena mostró la noche anterior”, aseveró Kvitova, quien soltó la raqueta y se cubrió el rostro cuando terminó un desempate que ella misma calificó como una pesadilla. ”Fue bonito ver que ella peleara hasta el final ayer".
Sí, Williams se ha ido, dejando sin su mayor estrella al último torneo major y en cierto modo a todo el tenis femenino. Pero el espectáculo debe continuar.
En otros encuentros de la jornada sabatina, Viktoria Azarenka dos veces monarca del Abierto de Australia, aplastó 6—3, 6-0 a Petra Martic; el español de 19 años Carlos Alcaraz (3ro) se impuso al local Jenson Brooksby, por 6-3, 6-3, 6-3; Cam Norrie (7mo) venció a Holger Rune (28vo) por 7-5, 6-4, 6-1, y Andrey Rublev (9no) superó a Denis Shapovalov (19no) por 6-4, 2-6, 7-6 (3), 6-4, 7-6 (10-7).
Norrie y Rublev se enfrentarán en la fase siguiente.