Cómo un fallo judicial de Alabama de que los embriones congelados son niños podría afectar la FIV
La Corte Suprema de Alabama dictaminó recientemente que los embriones congelados pueden considerarse niños según la ley estatal, lo que suscita preocupación sobre cómo esta decisión podría afectar a la fecundación in vitro, comúnmente conocida como FIV.
El fallo —dictado en el marco de casos de homicidio culposo presentados por parejas cuyos embriones congelados fueron destruidos en un accidente— podría dejar a las clínicas expuestas a demandas y restringir el acceso al tratamiento. El miércoles, el hospital de la Universidad de Alabama en Birmingham suspendió los tratamientos de FIV mientras estudia el contenido de la sentencia.
Esto es lo que hay que saber sobre este tratamiento de fertilidad cada vez más frecuente:
La fecundación in vitro ofrece una posible solución cuando una mujer tiene problemas para quedar embarazada. Consiste en extraer sus óvulos y combinarlos en una placa de laboratorio con el esperma de un hombre para crear un embrión fecundado, que posteriormente es transferido al útero de la mujer en un intento por generar un embarazo.
Según el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos, la FIV se realiza en ciclos y puede ser necesario más de uno para lograr un embarazo exitoso. El procedimiento puede utilizar los óvulos y espermatozoides de la pareja o los de un donante.
El tratamiento suele utilizar hormonas para desencadenar la ovulación, de modo que se producen muchos óvulos y se utiliza una aguja para extraerlos de los ovarios, indicó el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos.
Los óvulos pueden fecundarse añadiendo el esperma a los óvulos en un laboratorio, o puede inyectarse un único espermatozoide en cada óvulo.
“Cultivamos ese óvulo fecundado durante un periodo de tiempo —normalmente de cinco a seis días— para crear etapas de desarrollo denominadas blastocisto. Y éstos se transfieren o almacenan para su uso futuro”, explicó el doctor Jason Griffith, endocrinólogo reproductivo de Houston.
Un blastocisto es la fase inicial de un embrión, y se define como el estado de desarrollo que comienza en la fecundación y dura hasta ocho semanas.
Griffith explicó que en el día 3 tras la fecundación, un embrión tiene entre 6 y 10 células. Para el día 6, tiene entre 100 y 300 células.
“Estamos hablando de algo que todavía es microscópico”, dijo, y añadió que en una persona hay más de un billón de células.
El proceso de congelación consiste en sustituir el agua de las células embrionarias por un líquido protector y congelarlas rápidamente con nitrógeno líquido, según Johns Hopkins Medicine, institución especializada en educación médica, investigación y atención clínica. Los embriones congelados pueden utilizarse para futuros embarazos, y la gran mayoría sobrevive al proceso de descongelación.
Los embriones congelados se almacenan en tanques que contienen nitrógeno líquido en laboratorios de hospitales o centros de medicina reproductiva. Griffith explicó que también pueden conservarse en almacenes contratados por centros sanitarios, sobre todo cuando se almacenan durante muchos años. Los embriones congelados pueden conservarse de forma segura durante una década o más.
Griffith dijo que las condiciones de estas instalaciones están monitoreadas, y que existen mecanismos de seguridad física para salvaguardar los depósitos y generadores de respaldo en caso de apagones.
El doctor John Storment, endocrinólogo reproductivo de Lafayette, Luisiana, dijo que su estado tiene una ley especial que prohíbe a los médicos desechar embriones viables que aún se estén dividiendo, lo que significa que deben conservarse y almacenarse. Por eso, él y otros médicos envían los embriones fuera del estado, a un centro de almacenamiento seguro, una vez que una paciente ha terminado de utilizarlos en un determinado ciclo de FIV.
“Cuando vuelvan a necesitar embriones, pueden enviarlos aquí”, explica. “Pero no los mantenemos almacenados aquí”.
En otros estados, dijo, los pacientes pueden optar por utilizarlos, desecharlos o donarlos a otras parejas o para investigación.
La decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de anular el caso Roe contra Wade en 2022 —el cual legalizaba el aborto en todo el país— suscitó especulaciones sobre cómo el fallo podría conllevar problemas en los tratamientos de fertilidad, dijo Greer Donley, profesora asociada de la Facultad de Derecho de la Universidad de Pittsburgh.
“Este es uno de los primeros lugares que está demostrando eso”, señaló.
Donley espera que la FIV siga estando disponible en Alabama, pero que los embriones no se almacenen allí. Y trasladarlos a otros estados para su almacenamiento aumentará el costo, los retos logísticos y el riesgo asociado a los procedimientos.
“Esto abre la posibilidad de utilizar las leyes de bienestar infantil de forma más integral para criminalizar cualquier cosa que pueda dañar al embrión”, dijo Donley.
Donley dijo que esa presión podría continuar: “El futuro que el movimiento antiaborto quiere ver es uno en el que los fetos tengan protecciones constitucionales federales desde el momento de la concepción”.
Desde 2022, cuatro estados han reformado sus constituciones para proteger el acceso al aborto, y varios otros están considerando poner medidas en las boletas electorales para este año. En muchas, el lenguaje va más allá de permitir el aborto para otorgar a las personas derechos a la libertad reproductiva de manera más amplia, lo que podría garantizar el acceso a la FIV.
Los médicos externos a Alabama están preocupados por las posibles implicaciones nacionales de la reciente decisión judicial.
Podría “restringir sustancialmente el acceso a un tratamiento de fertilidad muy vital que ha ayudado a innumerables personas hoy en día a ampliar sus familias”, dijo Griffith. “Si nos fijamos en el porcentaje de embarazos en Estados Unidos que resultan de la fecundación in vitro, ronda el 2%”.
Además podría aumentar el costo de la fecundación in vitro para muchas familias —aunque no está claro en cuánto—, debido a cuestiones como cuotas adicionales de almacenamiento y costos de responsabilidad civil, indicó. Un ciclo de FIV, incluidos todos los embriones transferidos, cuesta actualmente entre 15.000 y 25.000 dólares, indicó Griffith.
Otra posible consecuencia es que habrá menos proveedores de FIV.
“Tenemos que salvaguardar el acceso a este tratamiento tan valioso”, señaló Griffith.
Storment coincidió en que el fallo de Alabama podría tener un efecto dominó en todo el país.
“Es uno de los acontecimientos más importantes de la última década en materia de derecho reproductivo”, afirmó.
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Ungar informó desde Louisville, Kentucky. El reportero Geoff Mulvihill contribuyó a este reportaje desde Cherry Hill, Nueva Jersey.
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