Ciudad de Moïse se alista para funeral en medio de violencia
CABO HAITIANO, Haití (AP) — La ciudad natal del asesinado presidente de Haití Jovenel Moïse se alistó para recibir su cuerpo el viernes para un funeral privado que se celebrará bajo fuertes medidas de seguridad por las protestas violentas y los temores a la volatilidad política en la nación caribeña.
En la víspera de lo que se espera sea la última ceremonia en su honor, se repartieron camisetas y gorras blancas con su imagen entre sus seguidores. Moïse recibió varios disparos durante un ataque en su residencia privada el 7 de julio. Su esposa, Martine Moïse, resultó herida de gravedad.
“Esto es algo que quedará grabado en nuestra memoria", dijo Pedro Guilloume, un residente en Cabo Haitiano que esperaba asistir al funeral. “Que todos los haitianos canalicen la solidaridad”.
El funeral se celebrará días después de que un nuevo primer ministro, respaldado por diplomáticos internacionales clave, asumió el mando del país, un movimiento aparentemente destinado a evitar una lucha de poder tras el asesinado de Moïse.
Ariel Henry, que había sido designado como primer ministro por Moïse antes de su asesinato pero que nunca llegó a jurar el cargo, sustituyó al primer ministro interino, Claude Joseph, y se ha comprometido a formar un gobierno provisional de consenso hasta que se celebren elecciones.
El jueves, protestas violentas sacudieron los vecindarios de Cabo Haitiano mientras grupos de hombres realizaron disparos al aire y bloquearon algunas carreteras con neumáticos en llamas. Un convoy fuertemente custodiado por la policía que trasladaba a funcionarios no identificados estuvo a punto de volcar tras cruzar una de las barricadas.
El sacerdote que presidió una misa en la catedral de la ciudad en honor a Moïse el jueves en la mañana dijo que en el país se estaba derramando demasiada sangre y pidió a la población que encuentre la paz, destacando que las comunidades más pobres son las más afectadas.
Por la noche, Martine Moïse y sus tres hijos participaron en una pequeña ceremonia religiosa en un hotel en Cabo Haitiano donde Henry y otras autoridades gubernamentales les ofrecieron sus condolencias.
“Le quitaron la vida, pero no pueden quitarle sus recuerdos", dijo el cura. “No pueden quitarle el cerebro. No pueden tomar sus ideas. Nosotros somos Jovenel Moïse”.
Moïse asumió la presidencia de Haití en febrero de 2017 y en los últimos años recibió crecientes críticas de quienes lo acusaban de ser cada vez más autoritario. Llevaba más de un año gobernando por decreto luego de que el país no logró celebrar elecciones legislativas.
Las autoridades dijeron que han arrestado a al menos 26 sospechosos por el asesinato, incluyendo 18 exsoldados colombianos. La policía sigue buscando a más sospechosos que, según creen, participaron en la trama para el asesinato, incluyendo un exlíder rebelde y un antiguo senador.