Chloé muestra una mujer romántica y urbana en París, Rick Owens invoca su lado gótico y oscuro

La directora artística Chemena Kamali presentó el jueves una mujer romántica y urbana en su tercera colección para Chloé, en París, mientras que Rick Owens mostró su lado oscuro y gótico, con mujeres con lentillas de color negro, botas de plataforma y bragas de cuero.

Para la temporada otoño/invierno, los vestidos de encaje, camisones satinados y faldas con volantes de Chloé van acompañados de chaquetas cortas o abrigos acolchados coronados con shearling (piel de oveja).

Ese material aparecía también en las estolas, en los cinturones anchos colocados en las caderas y grandes collares dorados, aportando un toque más rock a los conjuntos.

La casa abandonó las pieles exóticas en 2018.

Numerosos atuendos también fueron complementados con bolsos de mano o monederos sostenidos por una cadenita.

Todo en tonos de rosa, blanco, negro, crudo y beige, en los códigos de la casa, con algunas audacias como un vestido verde celadón.

"Me inspiré en la contradicción entre el lujo y la opulencia y la simplicidad y la facilidad instintiva de la mujer Chloé", explicó la diseñadora alemana en una nota de intención.

Después de la salida de Gabriela Hearst de la dirección artística de Chloé, Chemena Kamali fue reclutada desde Saint Laurent y nombrada por la casa matriz, el conglomerado Richemont, en octubre de 2023.

- Las meditaciones de Rick Owens -

Por su parte Rick Owens prolongó su reflexión sobre su pasado que ya inició en enero, cuando presentó su colección masculina en el mismo espacio, el Palacio de Tokio de París, y con el mismo decorado.

Solo cambió la música: Iggy Pop en lugar de David Bowie.

La colección femenina de Rick Owens se llama también Concordians, en homenaje a la ciudad italiana de Concordia, donde desde hace 22 años fabrica su ropa.

Mujeres de largos abrigos de cuero, hasta las rodillas, y si es necesario, más cuero en las botas, como aparatosas tobilleras que ocultan el pie.

Para los hombres, Owens diseñó en enero una chaqueta negra tipo motorista con hombreras descomunales; para la mujer ese mismo modelo se prolonga hasta el suelo, creando la ilusión de un decorado ambulante.

Bragas de correas de cuero blanco, combinadas con botas tipo mosquetero, muy por encima de la rodilla.

Los cuellos de los abrigos sobredimensionados, estilo Nosferatu.

Para cerrar el desfile, un vestido de tubo de lana cruda de color crema, abierto en diagonal en las piernas, con tiras horizontales que dejan entrever los senos.

- El reciclaje de Hodakova -

Otra atmósfera en Rabanne, donde el creador Julien Dossena se destacó con un desfile invernal en la Unesco lleno de lana, pieles y pedrería.

Entre las piezas destacadas de esta colección, una gabardina de plástico transparente con puños y solapas de piel, o un abrigo de piel forrado con tiras plateadas.

Para su primer desfile parisino, Ellen Hodakova Larsson, por su parte, propuso una reinterpretación muy personal del pantalón.

Después de presentar algunos pantalones slim de tiro bajo y vestidos-chaquetas un poco sobrios, la diseñadora sueca, ganadora del premio LVMH 2024, reveló abrigos, chaquetas, faldas y vestidos confeccionados con pantalones de traje reciclados.

A veces, incluso se llevan como un velo alrededor del rostro. "Pensaba en la mujer que lleva los pantalones en la relación. Era como un juego de palabras extraño", explicó la estilista a la prensa.

Reina del upcycling, la treintañera también presentó vestidos y faldas adornados con cinturones y abrigos completamente realizados a partir de sombreros de piel vintage, sin olvidar un violín llevado como sombrero, un violonchelo como vestido o un tambor alrededor de la cintura.

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