chilenos rechazan por segunda vez en las urnas una propuesta de nueva constitución
(Actualiza con nuevo balance)
Por Natalia A. Ramos Miranda y Alexander Villegas
SANTIAGO, 17 dic (Reuters) -
Los chilenos rechazaron el domingo en un plebiscito la propuesta de nueva Constitución elaborada por una asamblea que estuvo dominada por fuerzas de derecha, con lo que se mantiene en vigor el texto actual que data de la dictadura militar.
La autoridad electoral Servel dijo en su página web que con un 96,30% de las mesas de votación escrutadas, la opción "en contra" se impuso con 55,76% de los votos, mientras que la alternativa "a favor" obtuvo 44,24%.
El resultado del domingo marcaría el cierre de un ciclo de cuatro años y varias elecciones populares en el estable país sudamericano desde que a fines de 2019 los chilenos iniciaron un camino de cambio constitucional como respuesta a grandes movilizaciones sociales contra la desigualdad y el acceso a servicios de calidad.
Implica además que sigue vigente la Constitución favorable al mercado promulgada en 1980 durante el régimen de Augusto Pinochet, un texto sometido a varias y profundas reformas, la más extensa bajo el gobierno del presidente socialista Ricardo Lagos en 2005.
"Finalmente, después de cuatro años de intenso debate y conversación constitucional, quedamos en el mismo punto", dijo a Reuters el analista político Kenneth Bunker, agregando que si este ciclo se cierra efectivamente "el país va a volver a tener estabilidad".
"No hay tensión puesta sobre la estructura política del país, eso debiese dar mayor seguridad a inversionistas, a los distintos tipos de socios comerciales que tiene Chile y mejorar las perspectivas a largo plazo. Ahora, la pregunta es si eso efectivamente va a ser así", añadió el profesor de la Facultad de Economía y Gobierno de la Universidad San Sebastián.
Chile es el mayor productor global de cobre y el segundo de litio.
Ya en septiembre del año pasado los electores habían rechazado ampliamente un primer documento, redactado esa vez por una asamblea con mayoría de izquierda.
El presidente izquierdista Gabriel Boric había dicho al emitir su voto más temprano que, independientemente del resultado, su Gobierno seguirá trabajando para atender los temas críticos para la ciudadanía, como la seguridad y la salud.
"Es importante que confiemos en la ciudadanía, es importante que hoy día este proceso se realice de manera pacífica, con la alegría sana (de) que nuestras instituciones funcionan", dijo.
El gobierno de Boric, que en el plebiscito del año pasado estaba inclinado por la opción de aprobar el texto porque podría favorecer su agenda de cambios, había sostenido antes del voto del domingo que, de ganar la opción en contra, no impulsaría un nuevo proceso constitucional.
"Pero van a querer hacer algo más grande que mejorar la legislación normal, el debate constitucional va a seguir", consideró Bunker al destacar que, tras estos cuatro años de debate constitucional, bajaron las mayorías requeridas en el Congreso para hacer cambios a la carta magna, por lo que "la pregunta es cuánto va a empujar el gobierno".
La primera asamblea elegida para redactar un nuevo texto estuvo dominada por la izquierda, pero su borrador, centrado en derechos sociales, indígenas, ambientales y de género, fue rechazada abrumadoramente en septiembre del año pasado.
El electorado giró entonces a la derecha para el segundo borrador y los votantes eligieron una asamblea dominada por partidos conservadores.
El texto que se sometió a votación el domingo se consideraba más conservador y favorable al mercado que la Constitución actual. La versión situaba en el centro los derechos de propiedad privada y las normas estrictas en torno a la inmigración y la seguridad.
Por meses, los sondeos mostraron que era probable que también se rechazara esta propuesta, aunque la brecha se había reducido en el período previo al referendo. Claudio Fernández, un arquitecto de 41 años, dijo más temprano a Reuters que acudió a las urnas a "cumplir con el deber cívico", pero afirmó que los ciudadanos se sentían "resignados".
"Gran parte de los chilenos teníamos ganas de tener algo diferente, algo que avanzara, y ni la vez anterior ni esta vez se puede lograr, entonces creo que es bien amargo el sabor que va a dejar el día de hoy en cualquiera de los dos casos", agregó. "Dimos una gran vuelta para volver al mismo punto".
(Reporte de Alexander Villegas, Fabián Cambero y Natalia Ramos; Editado en español por Raúl Cortés Fernández)