Ceremonias marcan la incorporación plena de Bulgaria y Rumania en el espacio Schengen de Europa

BUDAPEST, Hungría (AP) — Diversas ceremonias se celebraron poco antes de la medianoche del martes para conmemorar la plena incorporación de Bulgaria y Rumania al área Schengen de Europa, culminando años de negociaciones por parte de los países del este europeo para unirse a la zona de viaje sin revisiones de identificación.

Las revisiones de identificación en las fronteras terrestres entre Bulgaria y Rumania y sus países vecinos miembros de la Unión Europea se suspendieron oficialmente a la medianoche, proporcionando a los viajeros acceso libre al resto del bloque de 27 miembros. Los dos países se unieron parcialmente al espacio Schengen en marzo, pero el viaje libre sólo aplicaba a aquellos que llegaban por aire o mar.

El martes por la noche, los ministros del interior de Bulgaria y Rumania se reunieron en el cruce fronterizo de Ruse-Giurgiu entre los dos países para marcar la apertura de la frontera. Otra breve ceremonia tuvo lugar en un cruce fronterizo entre Hungría y Rumania con una reunión entre el jefe nacional de policía de Hungría y el inspector jefe de la policía fronteriza de Rumania.

La expansión de Schengen ocurrió después de meses de esfuerzos para integrar a Bulgaria y Rumania en la zona por parte del gobierno de Hungría, mientras ostentaba la presidencia rotativa de seis meses de la UE.

Alrededor de 1 millón de húngaros étnicos viven en la región rumana de Transilvania, un legado de la partición de Hungría tras la Primera Guerra Mundial. Las relaciones han sido históricamente difíciles entre los dos países, pero la apertura de la frontera facilitará los viajes y fortalecerá los vínculos entre las regiones.

El espacio Schengen, uno de los principales logros del proyecto europeo, se estableció en 1985 como un proyecto intergubernamental entre cinco países de la UE: Francia, Alemania, Bélgica, Holanda y Luxemburgo. Se ha expandido gradualmente para convertirse en la mayor zona de viaje libre del mundo.

Sin embargo, varios países miembros de Schengen, incluidos Holanda, Austria y Alemania, reinstauraron este año algunos controles fronterizos terrestres por preocupaciones que van desde la migración hasta la seguridad. Algunos funcionarios de la UE advirtieron que dichos controles podrían socavar los objetivos del esquema.

Antes de la admisión parcial de Bulgaria y Rumania, Schengen estaba compuesto por 23 de los 27 países miembros de la UE, junto con Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein. Alrededor de 3,5 millones de personas cruzan una frontera interna cada día, y más de 420 millones de personas viven dentro del espacio Schengen.

Los dos países balcánicos se unieron a la UE en 2007, pero no se integraron en la zona sin fronteras hasta marzo, cuando se levantaron los controles fronterizos marítimos y aéreos. Los controles fronterizos terrestres permanecieron debido a la oposición, principalmente de Austria, por preocupaciones de que los dos países no estaban haciendo lo suficiente para prevenir la entrada de migrantes sin autorización.

El presidente rumano Klaus Iohannis calificó anteriormente la plena membresía de Rumania en el espacio Schengen como un “paso natural y necesario” que reducirá significativamente los tiempos de espera en las fronteras, disminuirá los costos logísticos para las empresas y atraerá a inversores extranjeros. Economistas de la Academia de Ciencias de Bulgaria calcularon que, con la membresía, el efecto financiero positivo total para Bulgaria ascendería a 800 millones de euros (840 millones de dólares) por año.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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