Carlos III expresa "gran alegría" de estar de vuelta en Australia
El rey Carlos III asistió el domingo a un servicio religioso en el inicio de su gira a Australia, donde brindó a sus admiradores el primer vistazo de su monarca y expresó su "gran alegría" de regresar al país.
El soberano de 75 años llegó la noche del viernes a Sídney, pero ha mantenido un perfil bajo, equilibrando su recuperación del cáncer con sus deberes reales.
Su primera aparición pública oficial fue en la misa matinal del domingo en el templo anglicano St Thomas, en el norte de Sídney, una estructura de piedra construida en un sitio de adoración para los colonos británicos.
Algunos centenares de personas se congregaron alrededor del edificio vitoreando, levantando flores y ondeando banderas. Dos mujeres mostraron un rótulo con la leyenda "buen día, sus majestades".
Lynton Martin, de 22 años, condujo 22 horas desde Melbourne y llegó con una chaqueta con estampado de la bandera de la unión y nueve prendedores reales para intentar atisbar a la pareja real.
"Yo quería demostrar que apoyamos y damos la bienvenida al rey", declaró el joven a la AFP.
El año pasado viajó a Londres para la coronación de Carlos, que calificó como un evento "espectacular".
Durante el servicio religioso, el obispo Christopher Edwards oró por la paz y el fin de las guerras, y por la prosperidad de la cumbre de la Mancomunidad que celebrará Carlos en Samoa.
- Agenda reducida -
Carlos posteriormente brindó breves declaraciones en el consejo legislativo de Nueva Gales del Sur, donde exaltó la "promesa y el poder de la democracia representativa", y bromeó sobre su edad.
"Vine por primera vez a Australia hace casi 60 años, lo que es un poco preocupante", declaró ante las risas de los concurrentes.
"Solo me queda expresar la gran alegría que es venir a Australia por primera vez como soberano y para renovar un amor por este país y su pueblo que he atesorado por mucho tiempo", expresó.
Carlos tenía previsto pasar el resto del domingo en Admiralty House, una mansión costera que sirve como residencia en Sídney del gobernador general de Australia, el representante de la monarquía en el país austral.
Los seguidores tendrán otra oportunidad de ver al rey el lunes, cuando llegará a la capital Canberra junto a la reina Camila para cumplir la parte más intensa de su agenda.
Carlos, quien hace ocho meses fue diagnosticado con cáncer, realiza una visita de nueve días a Australia y Samoa, en su primera gira internacional desde su coronación.
Los visitantes reales británicos típicamente realizan viajes de semanas para generar apoyo, con desfiles por calles atiborradas de seguidores que ondean banderas.
Pero en esta ocasión, la frágil salud del monarca ha hecho que la visita tenga mucho menos vistosidad.
El programa modesto también debe ayudar a aplacar las preocupaciones de los republicanos con los gastos excesivos y los banquetes fastuosos.
Un puñado de manifestantes se congregaron el domingo cerca del templo con exigencias de "descolonizar" a Australia.
Si bien los australianos favorecen marginalmente a la monarquía, actualmente se muestran menos entusiastas en su lealtad comparado con 2011, cuando miles de personas acudieron a ver a la reina Isabel II, madre de Carlos.
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