Brenda Navarro: "Europa tendría que estar escuchando antes que estar dando lecciones de lo que significa una democracia"
Recala en Valladolid con 'Ceniza en la boca', un ejercicio literario para "sacarse el dolor" que toma el relevo de la premiada 'Casas vacías'
VALLADOLID, 9 Jun. 2022 (Europa Press) -
La escritora mexicana afincada en España Brenda Navarro, que este jueves ha visitado la 55 Feria del Libro de Valladolid para presentar 'Ceniza en la boca' (Sexto Piso, 2022), ha invitado a la sociedad europea a "escuchar" a otros pueblos en lugar de "estar dando lecciones" sobre "lo que significa una democracia".
"Lo que pasa con el pensamiento europeísta y anglosajón es que se siguen poniendo en una posición en la que ellos son quienes tienen que construir las verdades, cuando en realidad hay otras muchas sociedades, pueblos, comunidades que están construyendo sus propias verdades sin necesidad de dialogar con Europa. Pero Europa y el mundo anglosajón tienen la necesidad de llevar el mando de la conversación cuando probablemente muchos de otros lugares o sociedades, simplemente por la forma en la que viven, no tienen esta necesidad", ha defendido Navarro, quien ha invitado a Europa a "cambiar el punto de vista", pero sobre todo "el punto de escucha".
"Creo que Europa tendría que estar escuchando antes que estar dando lecciones de lo que significa una democracia", ha sentenciado en una rueda de prensa con motivo con su presencia a en la capital vallisoletana.
'Ceniza en la boca' aborda de forma descarnada el drama de una migrante mexicana radicada en Barcelona cuyo hermano adolescente se suicida saltando desde un quinto piso. A partir de este suceso, la protagonista echa la vista atrás y repasa su vida junto al fallecido Diego, del que hubo de cuidar cuando vivían con sus abuelos en Ciudad de México mientras su madre se buscaba la vida en España, y con quien compartió los problemas de adaptación a su nuevo hogar en Madrid, los prejuicios y el racismo en el vecindario y en el ámbito escolar, antes de separarse con el traslado de ella a la ciudad condal.
El desarraigo, la xenofobia, el clasismo, el abandono colectivo hacia las personas mayores, la invisibilidad que soportan muchos adolescentes, el paternalismo de ciertos sectores de la sociedad europea, las relaciones familiares y sus complejidades, las violencias explicitas que padece México o las violencias más soterradas que se dan en España son elementos que invitan al lector a una incómoda reflexión a lo largo de casi 200 páginas de una alta carga emocional sin tregua.
También la autora reconoce que durante los instantes posteriores a acabar de escribirla se sintió "emocionalmente agotada", aunque subraya lo mucho que disfrutó una vez concluyó la fase de preparación de la novela y pudo sentarse "a escribir mecánicamente" con la compañía de la música de la banda neoyorkina 'Vampire Weekend', en la cual se refugia también el personaje de Diego durante la trama.
Después de haberse encariñado con los personajes de 'Ceniza en la boca', la autora, nacida en 1982 en la Ciudad de México, reconoce que no sabía "si iba a gustar o no" la novela una vez terminada, pero sentía la satisfacción de haber podido "sacar este dolor".
Cambiar el foco
A través de un abanico de emociones que llevan desde la ternura y la nostalgia hasta la rabia y el dolor, Navarro empuja al lector a ampliar sus perspectivas y observar y escuchar otras realidades. "Lo importante es cambiar el foco, cuando entiendes que necesitas mirar desde otra perspectiva porque desde ahí no puedes ver, tienes que moverte del lugar", ha explicado la escritora, quien ganó el XLII Premio Tigre Juan por su primera novela, 'Casas Vacías' (Sexto Piso, 2020).
Sobre esa diversidad de perspectivas, Navarro pone el acento en el interés recurrente de la sociedad española por la violencia externa como la que sufre México, cuando en España también se vive "una violencia estructural" ejemplificada en desigualdad social, la inadaptación de muchas personas "no sólo migrantes" o los problemas de salud mental que en muchos casos, especialmente en los jóvenes y adolescentes, los conducen al suicidio.
"En mis dos novelas hablo de las violencias en España y México, no para buscar los diversos grados que nos diferencian, sino porque nos unen", ha explicado, sobre lo cual se ha referido a los feminicidios, pues aunque en un país con una población casi tres veces superior a la española las cifras son mayores, "también en España hay hombres que matan a las mujeres".
Asimismo, se ha referido a la "violencia económica sobre los trabajadores" o la discriminación que sufren etnias como la gitana en España, país en el que reside desde hace siete años.
"La diferencia es que en España seguimos creyendo que el Estado puede hacer algo para evitarla y en México el Estado es el principal perpretador de esa violencia", ha precisado la autora, quien advierte de que esos "matices" sirven muchas veces para "insensibilizar" la violencia cercana.
También sobre esas perspectivas diferenciadas, Navarro se ha referido a la interpelación que las feministas europeas hacen en muchos casos a las mujeres latinoamericanas para que salgan a manifestar y "no se callen", mientras que "allí la supervivencia de muchas comunidades se debe a que han mantenido el silencio en el espacio público", una "contracción a analizar".
Por último, Brenda Navarro ha asegurado que "como cualquier Estado nación que se cimenta haciendo genocidios" en otros lugares, España es un país racista y ha señalado los comentarios que a menudo soporta por su color de piel, por el que la identifican con otros países de América Latina y no con México, ya que no se adapta al estándar racial que se tiene en el imaginario español de los mexicanos.