Análisis-las crisis políticas de perú finalmente están dañando su economía
Por Marcelo Rochabrun
LIMA, 18 ago (Reuters) - Desde 2011, los peruanos han vivido bajo siete presidentes diferentes, mientras que cuatro ex jefes de Estado han sido arrestados o requeridos por acusaciones de corrupción.
En el mismo período, sin embargo, Perú se ha aferrado al título de ser la gran economía latinoamericana que más ha crecido.
Ese período de crecimiento excepcional debería llegar a su fin este año, según un análisis de Reuters de datos del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que colocan a Colombia sobrepasando a Perú.
La desaceleración del crecimiento esconde una dolorosa realidad para el segundo mayor productor de cobre del mundo. Su economía finalmente está empezando a deteriorarse tras años de crisis políticas cada vez más intensas que han llegado a su punto más álgido con el presidente Pedro Castillo y un congreso hostil, dañando la inversión privada y el gasto público.
Presiones económicas globales como la inflación gatillada por la pandemia han golpeado fuerte a Latinoamérica, pero las señales para la economía son particularmente pesimistas en Perú.
"Creo que no hay otra opción más que decir que es el gobierno el que está afectando las expectativas (económicas) porque a las empresas les está yendo bien", dijo Pedro Francke, quien fue el primer ministro de Economía de Castillo antes de renunciar a comienzos de este año.
Castillo llegó a la presidencia en julio del 2021, asustando a los inversionistas durante su campaña con un plan radical de redistribución de la riqueza y de cambiar la Constitución. Pero ya en el gobierno le dio las riendas de la economía a un grupo de tecnócratas moderados, mientras que el ejecutivo no ha implementado ninguna reforma económica significativa.
Ahora, Castillo y sus aliados enfrentan muchos escándalos. El mandatario afronta seis investigaciones, una de ellas por supuestamente haber obstruido la justicia al despedir a un ministro. El congreso lo ha intentado destituir dos veces, sin éxito.
"La política y la economía ya no se pueden tratar como asuntos separados en Perú", dijo Fitch en un reporte esta semana.
El ministerio de Economía de Perú se abstuvo de comentar.
Pese al panorama negativo, se espera que la economía de Perú se mantenga como una de las que más crecen en Latinoamérica según el FMI. Mientras tanto, Moody's, Fitch y S&P dijeron a Reuters que no ven riesgos inminentes que ameriten rebajar la calificación del país, que mantiene el grado de inversión.
Las grandes empresas peruanas han mostrado resultados sólidos en lo que va del año. Pero no obstante, se espera que el gobieno rebaje sus expectativas de crecimiento para este año, según el flamante ministro de Economía, Kurt Burneo.
El gobierno espera un crecimiento del 3,6%, pero Burneo ha dicho que la cifra podría ser tan baja como 2,2% aunque luego sostuvo que podría ser un poco más alta.
"Hoy el Perú se enfrenta a una prueba de estrés más (...) pero lo que no se va a poder salvar es el crecimiento económico", dijo David Tuesta, el presidente del Consejo Peruano de la Competitivdad, un grupo financiado por grandes empresas.
Un populista que gasta poco
Castillo llegó al poder prometiendo aumentar el gasto público con nuevos programas sociales y subir los impuestos a la gran industria minera.
Pero su gobierno en realidad ha prescindido sobre una desaceleración del gasto público, pese a haber obtenido una recaudación tributaria récord, mientras que el congreso archivó la propuesta de reforma tributaria minera.
El déficit fiscal de Perú ahora está en un muy conservador 1% del Producto Interno Bruno, una reducción dramática comparado con el 8,9% que tenía el país en 2020. Esta reducción se consiguió sin que el gobierno adopte una política de austeridad.
"La mala noticia es que esa reducción del déficit se debe (...) a la incapacidad del gobierno de gastar incluso en las cosas en las que quiere gastar", dijo Jaime Reusche de Moody's.
El gasto público del gobierno central se ha contraído 5% en lo que va del año en comparación al mismo período del 2021, cuando Castillo todavía no estaba en el poder.
Con menos de dos semanas como ministro de economía, Burneo ya ha dicho que Perú corre el riesgo de entrar en recesión si el gobierno no encuentra la manera de aumentar el gasto público, y ha criticado al banco central por subir la tasa de interés para combatir la inflación.
Muchos analistas creen que Castillo no va a llegar a concluir su mandato en el 2026, aunque los congresistas de oposición han dicho que por ahora no tienen suficientes votos para destituirlo.
Pero incluso si llegaran a sacar a Castillo, la remoción del presidente podría no tener un efecto en la economía suficiente para revertir la tendencia hacia un crecimiento menor del Perú.
"No debería tener un impacto mayor en la actividad económica o en el crecimiento real", dijo Reusche.
(Reporte de Marcelo Rochabrun)