Amnistía Internacional y la FIP denuncian el uso del software israelí Pegasus para “atacar” a periodistas y piden respetar los DDHH
La ONG Amnistía Internacional y la Federación Internacional de Periodistas (FIP) han denunciado este lunes el uso del software espía israelí Pegasus para “atacar” de forma “abusiva” a periodistas y activistas, por lo que han instado a proteger y respetar los Derechos Humanos. Una investigación del diario The Washington Post ha revelado una lista de 50.000 teléfonos de todo el mundo que podrían ser objetivo del software espía Pegasus de la empresa israelí NSO. Entre los usuarios de esos teléfonos hay periodistas, activistas y empresarios, entre otras personalidades.
En un comunicado, la secretaria general de Amnistía, Agnès Callamard, ha señalado que, tras una serie de investigaciones, ha quedado al descubierto que el software de la empresa israelí NSO es “el arma preferida de los gobiernos represivos que intentan silenciar a periodistas, atacar a activistas y aplastar la disidencia, poniendo en peligro innumerables vidas”, ha aseverado.
"Estas revelaciones echan por tierra cualquier afirmación de NSO de que tales ataques son poco frecuentes y obedecen a un uso fraudulento de su tecnología", ha señalado antes de matizar que "aunque la empresa afirma que su software espía sólo se utiliza en investigaciones penales y de terrorismo legítimas, está claro que su tecnología facilita la comisión de abusos sistemáticos".
"NSO dibuja una imagen de legitimidad mientras saca provecho de violaciones de derechos humanos generalizadas", ha alertado. Así, ha expresado que "está claro que sus acciones plantean preguntas más amplias sobre la absoluta falta de regulación que ha dado lugar a un salvaje oeste de ataques abusivos generalizados contra activistas y periodistas".
Por ello, ha insistido en que "hasta que esta empresa y la industria en su conjunto puedan demostrar que son capaces de respetar los Derechos Humanos, se debe suspender con carácter inmediato la exportación, venta, transferencia y uso de tecnología de vigilancia".
180 periodistas en 20 países
Hasta el momento, la investigación ha identificado al menos a 180 periodistas de 20 países que fueron seleccionados como posibles objetivos de ataques con el software espía de NSO entre 2016 y junio de 2021. Entre ellos hay periodistas de Azerbaiyán, Hungría, India y Marruecos, países donde la represión contra los medios de comunicación independientes se ha intensificado.
"NSO afirma que su software espía es indetectable y sólo se utiliza en investigaciones penales legítimas. Ahora proporcionamos pruebas irrefutables de que se trata de una falsedad absurda", ha destacado Etienne Maynier, tecnólogo del Laboratorio sobre Seguridad de Amnistía Internacional.
Maynier ha hecho hincapié a su vez en que "las violaciones de Derechos Humanos generalizadas que facilita Pegasus deben terminar" y ha manifestado que "alberga la esperanza de que las pruebas contundentes que se publicarán a lo largo de la próxima semana lleven a los gobiernos a reformar una industria de la vigilancia que está fuera de control".
Pegasus socava la democracia
Tim Dawson, presidente del grupo de expertos del FIP sobre vigilancia, ha denunciado que el software en cuestión está “siento utilizado como un algoritmo para socavar la democracia”.
"Los contactos confidenciales son la base del mejor periodismo, que es el que expone malversaciones, incompetencia y corrupción. La privacidad de los reporteros, ya sea por correo electrónico o teléfono móvil, debería ser sagrada", ha matizado.
"Permitir que tiranos, déspotas y enemigos de la libertad utilicen herramientas como esta es un equivalente a cerrar imprentas o hacer redadas en cadenas de televisión", ha advertido en un comunicado.
Por su parte, el secretario general de la FIP, Anthony Bellanger, ha aplaudido el "increíble trabajo de más de 80 periodistas en todo el mundo, que han logrado poner en el punto de mira los intentos de interferir en las comunicaciones privadas de los periodistas".
"El deber de los periodistas de proteger a sus fuentes es la base del periodismo del cual depende la sociedad. (...) Sin una legislación robusta, el acceso a las informaciones más íntimas es inevitable", ha dicho.
Asimismo, ha recordado que "los gobiernos deben consagrar la inviolabilidad de las comunicaciones de los periodistas tanto de manera abstracta como en el marco de leyes y regulaciones específicas, como las relativas a la vigilancia interna".
Además, ha instado a la comunidad internacional a "disponer de un régimen regulatorio que permita la inspección y regulación de todas y cada una de las organizaciones que suministran productos que tienen la capacidad de socavar estas libertades".
La respuesta de NSO
En el listado de teléfonos espiados con Pegasus presuntamente por gobiernos están, por ejemplo, la esposa y a la prometida del periodista disidente saudí Yamal Jashogi, asesinado en el Consulado saudí en Estambul. También están periodistas de la CNN, The Associated Press, Voice of America, The New York Times, The Wall Street Journal, Bloomberg, Le Monde, Financial Times o Al Jazeera.
La investigación está a cargo del consorcio de medios Forbidden Stories, con sede en París, que asegura que las pruebas han sido obtenidas de los propios teléfonos a través de un análisis forense realizado por el laboratorio de seguridad de Amnistía Internacional.
El software Pegasus de NSO se utiliza para lograr acceso a teléfonos móviles de terroristas, traficantes o pedófilos, pero Amnistía y otras organizaciones de Derechos Humanos aseguran que también se ha usado para otros fines por parte de gobiernos.
El programa de espionaje se instala cuando el usuario pincha en un enlace desde su teléfono y sirve para recopilar correos electrónicos, llamadas y mensajes de texto. En ocasiones se puede instalar sin el enlace, según The Washington Post, que ha indicado que se revelará más información en los tres próximos días.
NSO, consultado antes de la publicación de la noticia, ha negado ya que se haya utilizado su tecnología para espiar a Jashogi y ha señalado errores y conclusiones precipitadas de la investigación.
El mes pasado NSO publicó su primer Informe Anual de Transparencia y Responsabilidad, en el que asegura que sus productos son utilizados por los estados para frustrar atentados terroristas de envergadura y desmantelar organizaciones del narcotráfico.
NSO ya protagonizó un escándalo en 2019 por el uso de sus equipos para espiar a periodistas, disidentes y activistas en varios países, tras lo cual se comprometió a respetar los Derechos Humanos e impedir el uso de sus productos para estos fines.
Además, NSO ha sido demanda por la empresa estadounidense de mensajería instantánea WhatsApp, propiedad de Facebook, que asegura que se utilizó Pegasus contra 1400 usuarios en 2019 durante un periodo de dos semanas. La empresa israelí niega la acusación y asegura que son sus clientes estatales los que son responsables en última instancia por el uso de esta tecnología.
Europa Press