Actriz allison mack es condenada a tres años de prisión por su rol en el culto nxivm
Por Brendan Pierson
30 jun (Reuters) - La actriz del programa de televisión "Smallville" fue sentenciada el miércoles a tres años de prisión por su papel en NXIVM, un culto basado en Nueva York en el que se marcaba a las mujeres con las iniciales de su líder y se les ordenaba tener relaciones sexuales con él.
Mack, de 38 años, fue sentenciada por el juez de distrito estadounidense Nicholas Garaufis en Brooklyn, luego de declararse culpable en 2019 de asociación delictiva y conspiración. Se espera que comience a cumplir su condena el 29 de septiembre.
Antes de ser sentenciada, Mack se disculpó entre lágrimas con sus víctimas y su familia, diciendo que sus acciones mientras estaba en el grupo fueron "abusivas, aborrecibles e ilegales". Agregó que había renunciado por completo al líder de NXIVM Keith Raniere, quien fue condenado a 120 años de prisión el año pasado por tráfico sexual y otros delitos.
"Salir de ese engaño ha sido la experiencia más difícil de mi vida", afirmó Mack.
Antiguos miembros de NXIVM testificaron en el juicio de Raniere que él estableció una hermandad secreta dentro de la organización, en la que los "esclavos" se comprometían a obediencia total a los "amos", con él a la cabeza como el "gran maestro".
Las mujeres eran mantenidas a dietas de hambre, se las marcaba con las iniciales de Raniere y, en algunos casos, se las obligaba a tener relaciones sexuales con él.
Y contaron que los líderes del grupo usaban fotos de desnudos y otros materiales comprometedores para mantener a raya a los miembros de menor rango.
Mack, quien era tanto una "esclava" de Raniere como "maestra" de otras mujeres, admitió en su declaración de culpabilidad que obligó a dos mujeres a realizar un trabajo no remunerado amenazando con revelar información perjudicial sobre ellas.
Una víctima, Jessica Joan, habló en la sentencia del miércoles y dijo que Mack la manipuló emocionalmente y eventualmente le ordenó que "sedujera" a Raniere, con la promesa de que al hacerlo resolvería su trauma de un abuso sexual previo. Joan dijo que no obedeció esa orden.
(Reporte de Brendan Pierson en Nueva Yor. Editado en español por Lucila Sigal)