En la esquina de Av. Alvear y Ayacucho se levantó, entre 1898 y 1938, una importante residencia que el banquero Carlos Dose mandó construir en la quinta de su abuelo Thomas Armstrong.
"Dose" no resuena tanto como "Casares" o "Unzué", apellidos que también tuvieron su residencia en la avenida Alvear. Sin embargo, a pocos metros de la Recoleta, allí donde arranca esa elegante arteria porteña, la familia Dose levantó, poco antes del 1900, un importante palacio. Fue obra de los arquitectos Jacques Dunant y Charles Paquin. De estilo ecléctico, el edificio tenía una clara inspiración Luis XIII, y una gran similitud con la casa principal de la estancia Huetel, que lleva también el sello Dunant, pero es posterior (su primera mitad se concluyó entre 1904 y 1906). En ambos proyectos hay combinación de piedras y ladrillos en sus fachadas, escalinatas de mármol y mansardas.
Carlos Dose Armstrong era nieto de Thomas Armstrong, fundador de la Bolsa de Comercio –que presidió en 1857-1858–, director residente del Ferrocarril Central Argentino y uno de los fundadores de la línea de Buenos Aires a Ensenada. Además, fue el primer presidente de la Compañía de Seguros La Estrella y estanciero (hay en Santa Fe un pueblo que lleva su nombre).
Thomas adquirió en 1854 la quinta que iba desde la calle Larga (Quintana) hasta el bajo de la barranca (Posadas), y desde lo que hoy es Ayacucho hasta la Plazuela (Plaza Intendente Alvear). Sólo la utilizó como residencia de veraneo, hasta que murió en 1875.
Pasó a sus hijas Justa y Emma, quienes debieron ceder una franja del terreno a la Municipalidad para que abriera la calle Bella Vista (av. Alvear), pero quedó en manos de Dolores Armstrong. Su hijo, el banquero Carlos Dose Armstrong, fue quien demolió los viejos edificios y mandó construir el palacio. Casado en 1893 con María Esther Obligado Ortega tuvo cuatro hijos: Justa (1894), Carlos (1896), Alberto Jorge (1898) y María de las Mercedes (1903), madre de una de las pocas nobles argentinas, Mercedes von Dietrichstein.
Como las grandes residencias de la época, el Palacio Dose seguía las líneas del grand hôtel particulier francés y constaba de un subsuelo, un piano nobile donde se desarrollaban los salones, una planta alta para las habitaciones de la familia, y un área de servicios en las mansardas. La decoración del Gran Salón y la llamada Salita estuvo a cargo de la casa inglesa Waring & Gillow que eligió, como se usaba entonces, el estilo georgiano para el primero, y una combinación de estilo oriental con toques de estilo inglés para la pequeña sala.
El recreo del Belvedere
Dentro de su quinta, pero antes de la construcción del palacio, Dose había concebido el Recreo Belvedere. Era una propiedad de 9000 m2, entre lo que son hoy las calles Bioy Casares –ex Schiaffino, que aún no existía– y R.M. Ortiz. En 1900, se lo alquiló al Club Ciclístico Italiano, institución predecesora del Club Italiano, que en 1910 se mudó a su sede actual en Caballito, sobre Av. Rivadavia. En 1909, la Municipalidad había intimado a desalojar el terreno, con miras a expropiarlo para ampliar la plaza, dejando 1.000 varas a Carlos Dose para la apertura de la calle Schiaffino.
El matrimonio Dose Obligado, mientras tanto, daba importantes fiestas en su residencia y los jardines, a los que concurría lo más granado de la sociedad de entonces.
Esta tradición fue continuada por sus hijos, especialmente Alberto (Pepo) y su hermana Justa, que en 1913 contrajo matrimonio con Alfredo Zemborain. Tuvieron siete hijos. Justa fue escritora, autora de varios libros de historia, entre ellos, Tradiciones en el Río de la Plata, y Cinco Cartas del General San Martín, entre otros.
Mercedes, por su parte, pasaba largas temporadas en París y los veranos en la casa que su padre había construido en Mar del Plata.
Se trataba del magnífico chalet Atlántida, obra del arquitecto francés Gastón Mallet, y nuevo socio de Dunant (Paquin había fallecido en 1898). Juntos, Dunant y Mallet, ya habían proyectado el Club Hotel Sierra de la Ventana y la sede del Centro Naval de Av. Córdoba y Florida, entre otros edificios. Inaugurada en 1921, esta mansión abonaba el estilo normando que dictaba la moda como el más indicado para una propiedad de categoría a orillas del mar. Estaba justo en el Bvd. Marítimo y Lamadrid, y pasó a ser luego el Hotel Ausonia, hasta que se incendió en 1950.
Carlos Dose Obligado fue pionero de la aviación en su juventud, y continuó más tarde con los negocios financieros de su padre. El Banco Dose, con sede en Cangallo 467 en Buenos Aires, tenía importantes sucursales en Santa Fe. La de Las Parejas, aún en pie, era una combinación de banco y casa de fin de semana del propietario. Realizada en estilo neo-colonial, contaba con un aljibe central, que es réplica de uno que se hallaba en el Cabildo de Buenos Aires y otro del Palacio San José en Entre Ríos.
A mediados de los años 30, con el hotel Alvear ya inaugurado justo enfrente, la situación financiera comenzó a deteriorarse y la familia se vio obligada a lotear parte de la manzana que les quedaba.
Finalmente, la casa fue demolida en 1938 y en la manzana se construyeron varios edificios de renta. Los Zemborain Dose conservaron una parcela (la de Adolfo Bioy Casares 2037) donde los arquitectos Carlos Alfredo Rocha y Enrique Martínez Castro construyeron un edificio de estilo academicista francés, que se conserva en la actualidad.
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