La humita es una comida basada en el maíz típica de la región de los Andes tanto del norte argentino como de Chile, Perú, Bolivia, Ecuador y el sur de Colombia. En algunas localidades le dicen “huminta” y no tiene nada ni de humo ni de ahumado pese a su nombre. Es una especie de puré de maíz condimentado con especias de la región, como el pimentón dulce y la pimienta. Se puede comer sola y servida envuelta en las hojas de una mazorca de maíz, o como guarnición junto a carnes. También se usa como relleno de empanadas y es uno de los sabores infaltables en una noche de empanadas y vino. La clave para hacer el relleno de la empanada de humita es la combinación de ingredientes, ya que con abrir una lata de choclo pisado no vas a tener una rica empanada norteña. La humita tiene sus secretos milenarios, ancestrales como la paciencia y la dedicación. Después está el resto, no menos importante; el vapor de las ollas, la sartén humeante en que se dora la cebolla y el morrón, el zapallo anaranjado y el maíz dorado que se mezclan para hacer esta pasta que nos conecta con nuestras raíces más profundas. Porque una empanada de humita es mucho más que una empanada; es el llamado de la Pachamama directo a tu alma.
2 plantas de cebolla de verdeo cortadas en rodajas
Sal / pimienta
1 copita de licor de caña
Aceite de maiz
Preparación
Mezclar la harina con la sal y darle forma de volcán, sobre la superficie en que se amasará. Verter en el centro un pocillo bien lleno de grasa licuada (calentada para que se lícue, pero a temperatura ambiente al usarla) y 3/4 partes del agua.
Comenzar a tomar la masa desde dentro, mezclando parejo grasa, agua y harina. Cuando se vaya llegando al borde exterior, si hace falta, agrega más agua
Amasar rápidamente para formar un bollo parejo y liso. Dejarlo descansar unos minutos. Estirar la masa y cortar discos de 14 cm de diámetro aprox.
Lavar y desgranar el choclo, reservar.
En una olla colocar un chorro de aceite de maíz y comenzar a cocinar la cebolla y el morrón, salar y cocinar por unos 10 minutos, agregar el choclo desgranado, cocinar.
Pasados 15 minutos desglazar la preparación con la copa de licor de caña, dejar evaporar el alcohol y continuar con la cocción por 10 minutos más.
Salpimentar, agregar el puré de calabaza, integrar bien, continuar la cocción por unos minutos más, agregar la cebolla de verdeo y cuando retiramos del fuego agregamos el queso fresco, integramos bien y dejamos enfriar.
Una vez frío armamos las empanadas.
Podés llevar las empanadas de humita al horno fuerte hasta que la masa esté seca y levemente amarronada o hacerlas fritas en sartén con aceite bien caliente.
Acompañá las empanadas norteñas de humita con un buen vino, ya sea tinto o blanco que va muy bien con la dulzura de la humita.