Nicolás Massot: “No veo que alguien nos pueda cerrar la puerta de Juntos por el Cambio”
El exdiputado de Pro y uno de los armadores de Emilio Monzó en la provincia de Buenos Aires reclama mayor apertura en la coalición opositora y pide dirimir las diferencias en las PASO; dice que no leyó el libro de Macri y critica a Máximo Kirchner
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Alejado de la primera línea de batalla, Nicolás Massot volvió al territorio para hacer política. El exjefe de la bancada de Pro en Diputados puso la mira en Tigre, bastión del massismo, donde construye un espacio para pelear por la intendencia en 2023.
Convencido de que Juntos por el Cambio debe mostrar otro perfil en el conurbano, Massot, uno de los principales armadores de Emilio Monzó, apunta contra Jorge Macri, intendente de Vicente López, y pide que el espacio dirima sus diferencias en las PASO.
A tono con el estilo moderado que pregona Monzó, su jefe político, Massot pretende alejar a la coalición de los extremos para recuperar a los “defraudados” y, si bien pone reparos por las actitudes del Gobierno, reclama apertura para sellar acuerdos de largo plazo. Dice que no ve a Mauricio Macri con ganas de volver al poder y critica a Máximo Kirchner: “Hubiera esperado un poco más de grandeza y convocatoria de su parte”, lanza Massot, que ocupa una silla en el directorio del Banco Ciudad, en una entrevista con LA NACION.
-¿Coincide con el comunicado de la mesa nacional de Juntos por el Cambio en el que rechazaron las restricciones “excesivas” para contener la segunda ola del coronavirus?
-Hay que tener cuidado de que los errores del Gobierno en el manejo de la pandemia, que han sido muchos y muy graves, no opaquen la gravedad del problema sanitario. Si bien el oficialismo no la deja fácil por sus equivocaciones, tenemos que hacer un esfuerzo por no politizar el tema sanitario.
-Su sector pregona un discurso anti-grieta. ¿Le preocupa el nivel de confrontación entre el oficialismo y la oposición en este contexto?
-Sí, porque es un factor común de nuestros fracasos en los últimos veinte años. Suena utópico e irrealizable generar un proyecto de país para todos, más allá de los que te hayan votado. Algunos lo confunden con tibieza, pero es imperativo. No hay un camino posible de salida para la Argentina que no implique determinados acuerdos de unidad nacional. Esto gobierno no tuvo la capacidad de convocatoria y nosotros fracasamos en eso.
"Hubiera esperado más grandeza y apertura de parte de Máximo Kirchner"
Nicolás Massot
-¿Hay lugar para hacer esos acuerdos o para “terceras vías” en un escenario tan polarizado?
-Si se consolidara una tercera vía, tendría que ser una pata más de la mesa. No va haber una salida exitosa de la Argentina sin definir políticas fiscales, tributarias, productivas y de comercio de largo plazo. Es el marco mínimo.
-¿Juntos por el Cambio puede sentarse a consensuar con el kirchnerismo sin un liderazgo claro?
-Juntos por el Cambio tiene liderazgos claros. Hay que acostumbrarse a que no haya una única cabeza que ejerce un liderazgo omnipresente. Tenemos líderes muy respetados. Y hay un aprendizaje y consenso en muchos de ellos de que la Argentina necesita que la política le hable la gente y abandone la agenda del poder, de las causas personales en la Justicia.
-¿Leyó el libro de Macri?
-No, no lo leí. Tampoco leí el de Patricia Bullrich o el de María Eugenia Vidal. En general, leo historia y filosofía. Hay tantos libros para leer en la vida que uno tiene que elegir.
-¿Macri está haciendo una buena autocrítica o está reivindicando su gestión?
-Las dos cosas. Y es razonable porque tampoco hay que flagelarse. Me parece bien que podamos reivindicar aquellas cosas que fueron acertadas. Y eso no tiene que impedirte también tener la humildad de hacer una autocrítica, que está muy presente en Juntos por el Cambio.
-¿En el expresidente está presente esa autocrítica?
-Creo que sí. En el fuero íntimo todos sabemos que, posiblemente, en donde más fracasamos fue en la gestión del poder. También creo que la autocrítica del expresidente se manifiesta en que él no está hablando de una vuelta al poder, sino de fomentar nuevos liderazgos. Eso seguramente es consecuencia de una autocrítica.
-¿Lo ve corrido o poco interesado en volver al poder?
-Me guío por lo que él dice. No lo he escuchado hablar nunca de candidaturas, pero sí de fomentar nuevos liderazgos.
-¿Usted también pretende “jubilarlo”, como dijo Monzó?
-No. Lo que dijo Emilio tuvo que ver con un concepto muy claro: la Argentina tiene que trascender y avanzar por encima de la dinámica que muchos plantean de que esto es las causas de Cristina versus las causas de Macri. Hay que superar esa etapa.
-El peronismo necesitó a Cristina para volver al poder. ¿El candidato de la oposición va a requerir el apoyo de Macri en 2023?
-No es el apoyo de Macri, es el apoyo de la coalición. No lo comparo con el proceso de Cristina. Es evidente que los candidatos van a necesitar el apoyo de todo el partido para ganar.
-¿No es equivalente a la situación de Cristina Kirchner en 2019, cuando eligió a Fernández?
-Estoy convencido de que las candidaturas en Cambiemos se van a resolver en las primarias. Es distinto porque no habrá un dedo mágico de “una mesías” que nos diga que viene un moderado y, al final, viene un fundamentalista. No imagino así la dinámica de Cambiemos.
-¿Larreta puede liderar a la coalición?
-Es sin duda uno de los liderazgos más importantes. Emilio y él son quienes mejor expresan que tenemos que ser una oposición contundente, sin dejar de ser, al mismo tiempo, un oficialismo futuro convocante.
-Hay aliados que le piden a Larreta que asuma un mayor protagonismo. ¿Coincide?
-Tiene un protagonismo importantísimo que hay que identificarlo con su rol de gestión. Teniendo una multiplicidad de liderazgos, lo lógico es que cada uno tenga su estilo.
-¿Apoya el proyecto presidencial de Larreta?
-No, apoyo el proyecto presidencial de Juntos por el Cambio. Horacio ha demostrado atributos políticos y de gestión que lo ponen en el grupo reducido de pretendientes. Martín Lousteau y Alfredo Cornejo también los tienen. Y es interesante el trabajo que ha venido haciendo Patricia desde la presidencia del Pro, muchas veces con definiciones que uno no comparte, pero tengo la convicción que de que ella coincide en que de acá se sale con más y mejor política. Confío en que al final del camino no vamos a tener halcones y palomas.
Si perdimos por 15 puntos en la provincia, lo último que podemos hacer es andar cerrando puertas
-En su libro, Vidal sugiere que se tendría que haber diferenciado más de Macri. ¿Usted se arrepiente de algo?
-No. No me arrepiento porque con Emilio siempre dijimos a viva voz lo que entendíamos que era una deficiencia en la gestión de los consensos y de los acuerdos. No me lamento como María Eugenia porque siempre tuvimos la honestidad intelectual de decir lo que pensábamos. No fue gratis. Hemos sido injustamente marginados o cuestionados por eso. Pero lo volvería a hacer.
Por esa razón, trabajamos en tratar de romper esa endogamia que uno ve en expresiones algo caprichosas. Hay que pelear contra eso porque la Argentina no está para proyectos chiquitos, sino para proyectos con mucha grandeza, donde hagamos un esfuerzo por representar a lo propio y convocar a los distintos.
-¿Lo dice por Jorge Macri, quien afirmó que Monzó no está en Juntos por el Cambio? Le molestó
-Sí, me molesta. No es lo que uno espera del presidente de un partido, sobre todo, con las lecciones aprendidas. Es decir, yo estaría más enfocado en tratar de entender por qué perdimos la provincia por 15 puntos, que en tratar de determinar quién me gusta y quién no para que participe de un espacio. Si perdimos por 15 puntos, lo último que podemos hacer es andar cerrando puertas.
Hemos sido injustamente marginados o cuestionados
-¿Por qué cree que Vidal perdió por amplio margen con Kicillof? ¿Fue un efecto de la recesión o hubo falencias de su gestión?
-Hubo múltiples causas. Una de ellas fue el diseño electoral. Y los presidentes de los partidos son los principales responsables de ese diseño.
-¿Le gustaría que Vidal vuelva a competir en la provincia?
-Creo que sería una candidata importante. Y espero que su definición, la que sea, la tenga jugando en la primera plana.
-Si les cierran las puertas en Juntos por el Cambio, ¿van a competir por afuera?
-No veo quién nos va a cerrar las puertas de Juntos por el Cambio. Tenemos avales para competir internamente y esa es nuestra voluntad.
-¿Le gustaría que Santilli y Monzó compartan la lista o que compitan entre sí?
-Con Diego compartimos muchas visiones. Pero también creo que sería enriquecedor una competencia interna entre ellos. Las internas no tienen que ser descarnadas. Espero competir en Tigre en una primaria y lo voy a hacer con una actitud propositiva y no con chicanas.
-¿No es una opción que haya una lista de consenso sin internas?
-Por supuesto que es una opción. Entendemos que Emilio está en una posición favorable para encabezar la oferta en la provincia. Ha hecho méritos suficientes y representa lo que Juntos por el Cambio tiene que mostrar hacia adelante.
-¿Está de acuerdo con la idea del Gobierno de posponer las PASO y las generales un mes?
-Creo que es una realidad que tenemos que atender producto de la pandemia. Hay que estar muy atentos a que esto no signifique abrir la puerta para una ventaja que no sea lo sanitario.
-¿Considera que Larreta y Vidal deben acudir al llamado del Gobierno para firmar un acuerdo por la deuda con el FMI?
-Siempre creo en las convocatorias al diálogo. Debo reconocer que el Gobierno no tiene una muy buena reputación a la hora de que estas convocatorias sean con la honestidad intelectual y la transparencia que deben tener. Pero, en definitiva, estamos bien representados en Horacio y María Eugenia y ellos sabrán cómo reaccionar.
-¿Desconfía? ¿El kirchnerismo busca dividir a la oposición al elegir esos interlocutores?
-Desconfiamos con motivos y argumentos que nos dio este gobierno. Pero insisto que nunca se puede cerrar el camino del diálogo, sobre todo, en un tema tan sensible como la deuda.
-¿Qué opina de Máximo Kirchner, uno de los interlocutores con la oposición?
-Así como tiene cualidades de escucha y de entendimiento en muchas cuestiones, hubiera esperado un poco más de grandeza, apertura y convocatoria de su parte. Por su edad y por el legado familiar, posiblemente sea un actor relevante de la política por algún tiempo. Es muy importante que veamos actitudes diferentes a las que viene teniendo este gobierno. Él tiene formas de condicionar al Gobierno para que abandonemos la chicana y la provocación.
-¿Considera que es sectario?
-No es eso. Falta un proyecto común. Los veo sumergidos en la grieta.
-Usted va por la intendencia de Tigre. ¿Por qué Cambiemos no puede establecerse en el conurbano?
-Estoy enfocado en darle a mi ciudad una alternativa de poder real, frente a un proyecto político que lleva doce años. Este proyecto ha tenido aciertos, pero después de más de una década está perdiendo ideas, no recicla funcionarios y está inmerso en peleas intestinales que están deteniendo a la gestión.
-¿Hay que despegarse de Macri para ganar en el conurbano?
-No, no hay que despegarse. Hay que superarlo y trascenderlo. Hay que recoger las enseñanzas y entender que tenemos ejemplos a la vista, como los intendentes Néstor Grindetti (Lanús) o Diego Valenzuela (Tres de Febrero).
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