Menem: “Soy el mejor discípulo de Perón”
Su discurso y la puesta en escena en el estadio de River Plate apuntaron a captar el voto peronista y a descalificar a sus rivales
Dos imágenes gigantes de Juan y Eva Perón enmarcaban el escenario plantado en el estadio de River Plate. Otra foto del general, pequeña ésta, adornaba el atril desde donde Carlos Menem pronunció anoche el discurso final de su campaña, de modo que entraba en la toma de televisión delante del candidato.
No sólo la puesta en escena sino las palabras del ex presidente conformaron una enfática apelación al electorado peronista, que por primera vez llegará a una elección dividido en tres ofertas.
"Carlos Menem es el auténtico y el mejor discípulo del teniente general Juan Domingo Perón y de Eva Perón", pronunció el candidato, con ritmo pausado, al arrancar su arenga.
Sería la primera de muchas referencias premeditadas al fundador del justicialismo y, en contraposición, a los "desleales" que se oponen a su candidatura.
Una logística elaborada hasta el más mínimo detalle permitió a Menem mostrar un estadio bien poblado, pese a los grandes claros en las bandejas superiores. La iluminación y las banderas extendidas permitían disimular las ausencias. El campo de juego, con la gente bien espaciada y con infinidad de pancartas de dirigentes bonaerenses, quedó ocupado en gran medida, al menos la porción que tomaban las cámaras de TV.
La gente llegó en más de 2000 ómnibus, casi todos desde el conurbano.
La gran apuesta del menemismo era superar la movilización a River organizada hace dos semanas por el PJ bonaerense para Néstor Kirchner. Aquella vez, se ocuparon casi al máximo tres de las tribunas, pero no así el campo. "Hay más de 80.000 personas", exageró el candidato a vicepresidente, Juan Carlos Romero, en la apertura del acto. Cálculos policiales daban una cifra cercana a la mitad.
La amenaza de lluvia en Buenos Aires y el miedo a que ocurrieran incidentes habían generado dudas a algunos asesores menemistas, pero el ex presidente fue terminante. "Esto es una cábala para el verdadero peronismo", dijo para explicar su decisión.
Una explosión de papeles celestes y blancos había acompañado la recepción del candidato. El cielo se iluminaba con fuegos artificiales y un globo aerostático sorprendió a los concurrentes.
Nuevos y viejos
"Vuelvo para corregir errores del pasado, con hombres y mujeres nuevos. Para devolver la calidad de vida de los argentinos", enfatizó Menem.
En la platea de atrás del escenario estaban muchos de esos eventuales futuros funcionarios y una gran cantidad de antiguos colaboradores.
Los organizadores convencieron a los ex titulares del PAMI Víctor Alderete y Matilde Menéndez y al ex jefe de la Casa de Moneda Armando Gostanian de que se ubicaran en las últimas filas. Otras figuras conocidas del menemismo, como Liz Fassi Lavalle, Adelina Dalesio de Viola, Herminio Iglesias y Francisco Mayorga, consiguieron mejor lugar.
El diputado Carlos Brown, ex duhaldista, fue una de las sorpresas. No se incomodó cuando el público dedicó el acto a "Duhalde que lo mira por TV".
Menem se encargó de atacar al Presidente. "No me hablen los idiotas de la herencia recibida. Con Menem, los argentinos estábamos mejor. Caminamos por los escombros que dejan éstos que defienden el modelo productivo. ¿Qué clase de modelo productivo es este que ha generado miles de pobres?, ¿cómo pueden llamarse justicialistas?", se preguntó.
Al instante prometió mantener los planes Jefes y Jefas de Hogar, invención duhaldista, y amplió su propuesta. "Habrá alimentos gratis para los necesitados. Hacen falta medicamentos. Serán gratis también", dijo.
Ricardo López Murphy se llevó su cuota de críticas. "Dice que no va a utilizar el helicóptero, pero fue un hombre de la Alianza y del doctor De la Rúa (Fernando). Por lo menos, hubiera tenido lealtad. El también se fue apenas los estudiantes le hicieron una sentada. Yo no me voy a ir", señaló, al recordar la corta gestión en Economía del candidato del Movimiento Federal Recrear.
Después, desplegó promesas de todo tipo: bajar la desocupación al 10 por ciento, dar 5,8 millones de becas de estudio de 30 a 50 pesos por mes, recuperar las islas Malvinas y a lanzar un plan de obras públicas.
"Vamos a salir de la forma que lo hicieron en la década del 30 en los Estados Unidos -profetizó-. Será el New Deal mejorado."
Se acercaba el final. Como en 1989 apeló al "no los voy a defraudar" y garantizó: "Se van a callar los encuestadores truchos que cambian todos los días las encuestas. Los espero a todos el 25 de mayo frente a la Casa de Gobierno".
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