Venir de perlas
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LA NACIONMaría José Rodríguez Murguiondo
Aunque es la mano elevada con firmeza hacia arriba lo que inmediatamente se destaca en la imagen, de manera inevitable irrumpe el contexto en que se encuentra quien sostiene el rosario. La mujer está en una cama de terapia intensiva a causa del Covid, participando de una cadena de oración junto con los trabajadores de la salud en un hospital de Belem, Brasil. Las cuentas entrelazadas en sus dedos son la guía de un ruego colectivo para pedir por aquello que en los momentos difíciles siempre hace más falta: fuerza, templanza, resignación, esperanza. Tener a qué aferrarse en instancias cruciales es esencial, por más que no todos recurramos a las mismas estrategias. Los seres queridos, los recuerdos, los deseos de seguir adelante pueden convertirse en perlas imaginarias que se deslizan por nuestra mente en busca de una fortaleza que haga que lo aterrorizante se torne medianamente tolerable.
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opinión
