Lucila y Ema en un abrazo de los que suelen disfrutar. “Aprendí a dialogar con ella en sus gestos, miradas y movimientos. Ya no necesito que me hable. Puedo entenderla o trato de hacerlo lo mejor posible.”

“Me sentí anestesiada”, le diagnosticaron displasia cortical a su hija y con el tiempo encontró una bella manera de comunicarse

Lucila y Ema en un abrazo de los que suelen disfrutar. “Aprendí a dialogar con ella en sus gestos, miradas y movimientos. Ya no necesito que me hable. Puedo entenderla o trato de hacerlo lo mejor posible.”Gentileza
Cargando banners ...