Los personajes más emblemáticos de Juana y sus hermanas

A comienzos de la década del 90, la televisión abierta estaba dispuesta a apostar y arriesgar por contenidos disruptivos, que se alejaran de los cánones dominantes hasta entonces. En el rubro humor (un terreno que en la década anterior había sido privativo de los hombres), Juana Molina tuvo la oportunidad de encabezar su propio programa. Formada en las huestes de La noticia rebelde, y luego de un posgrado con Antonio Gasalla, la actriz se puso al hombro Juana y sus hermanas, todos los jueves a las 21 por la pantalla del 13. El programa comenzó en marzo de 1991 y terminó en 1993, pero quedó en la historia gracias al histrionismo, talento y ojo crítico de su protagonista para hacer humor a partir de estereotipos. Estos fueron algunos de los personajes más recordados:

Marcela Balsam

De rasgos y maquillaje exagerados, y boca gigante, representaba al tipo de modelo que proliferaba en la TV de entonces. La inspiración en Patricia Sarán fue y todavía es tema de debate y escándalo.

Lulú

Una suerte de pinup parisina, mezcla de femme fatale y chica inocente, remedo de la época adolescente en que la actriz vivió en Francia.

Flor de Li

Hoy los supermercados chinos son parte de la geografía cotidiana de cada barrio, pero en los 90 eran una novedad. Este personaje tomaba estilo y latiguillos, jugando siempre en el límite del buen gusto.

Gladys

La cosmetóloga de programa femenino de cable ponía el humor desde lo gestual, y de un vocabulario tan artificial como su imagen.

Estefi Grasa

El mundo del deporte representado en esta tenista de poco vuelo y pocas palabras. Aunque su nombre había nacido a partir de la campeona alemana Steffi Graf, la caricatura hacía pie en personajes locales, tanto masculinos como femeninos.

Ruth, la psicóloga

"Decimos…". El latiguillo calo hondo en los televidentes y podía escucharse en cualquier ocasión. De lenguaje enrevesado, Juana se divertía a partir del análisis absurdo de situaciones cotidianas.

La profe de gym

Otro estereotipo de la televisión de entonces. María Amuchastegui había popularizado las clases de gimnasia por televisión, un formato que funcionaba muy bien en Estados Unidos, y a partir de ese momento proliferaron programas y famosas en la misma línea. Juana Molina hizo lo propio y decidió sumar un personaje de estas características a su galería.