CHICAGO.- El reconocimiento a la propiedad intelectual en semillas es fundamental para que la industria logre soluciones a los problemas que enfrenta la agricultura. Ese mensaje fue expresado por el presidente de Syngenta Global Seeds, Jeff Rowe, en una presentación sobre las nuevas tecnologías de la compañía ante periodistas de Brasil y la Argentina.
"Los productores son los más conscientes de la importancia de reconocer la propiedad intelectual en semillas porque reconocen las mejoras cuando hay una innovación", dijo.
Leídas en clave argentina, sus palabras no son casuales: el proyecto de reforma a ley de semillas perdió estado parlamentario el año pasado y no hay perspectivas de que se vuelva a discutir un cambio a la norma que data de 1973, cuando la biotecnología agrícola no se había desarrollado.
El escaso reconocimiento a la propiedad intelectual afecta a cultivos como la soja y el trigo, cuyos granos pueden utilizarse como semillas con una mínima pérdida de poder genético en la siguiente campaña. Aunque el uso propio está amparado por la ley, la industria, tanto la extranjera como la nacional, advierte que al haber una escasa regulación proliferó el mercado de la "bolsa blanca" (semillas sin marca). Es como comprar la fotocopia de un libro: el autor nunca recibe regalías por su obra. Además de cultivos de la importancia económica que tienen la soja y el trigo, la irregularidad alcanza a las legumbres, el maní y el algodón, entre otros.
"Necesitamos el reconocimiento de la propiedad intelectual para que compañías como la nuestra sigan invirtiendo", destacó Rowe en la presentación en la sede mundial de la división de Semillas de Syngenta.
No obstante, mientras no se llegue a la reforma de la ley, en la compañía internacional creen que se podrían dar pasos más cortos para controlar la ilegalidad del mercado. "Lo vemos como un proceso de pasos", sostuvo Lisandro Galíndez, director de Marketing para Latinoamérica Sur, de Syngenta.
Al respecto, destacó el avance que hizo el gobierno anterior con una serie de decretos que establecían la obligatoriedad de declarar el origen de la semilla sembrada. "El multiplicador y el obtentor verían resultados si se mejorara el cruzamiento de información que ya provee el SISA (Sistema de Información Simplificado Agrícola)", añadió.
Pero si la discusión sobre cómo y quién paga la innovación en semillas está entre las prioridades de las compañías internacionales, también es motivo de preocupación la evolución de la disputa comercial entre Estados Unidos y China, que tuvo a la soja como principal víctima.
"Ciertamente provocó un daño y es difícil pronosticar cuándo terminará el conflicto, pero lo que vemos es que la demanda mundial de alimentos sigue en aumento", dijo Rowe.
Sobre las perspectivas económicas mundiales explicó que "tampoco es posible predecir el nivel de precios de las commodities". En esta línea, recordó: "El año pasado hubo problemas climáticos en Estados Unidos que afectaron la producción, y uno esperaba una suba de las cotizaciones de los granos, lo que finalmente no ocurrió". No obstante, expresó como dato positivo para la producción que se mantiene el crecimiento de la demanda mundial de alimentos.
Agricultura digital
La innovación tecnológica será crucial para responder al crecimiento de esa demanda, creen en Syngenta. Uno de esos capítulos es la agricultura digital. "La información estaba desperdigada por muchos lugares y ahora se está juntando para darle sentido", dijo Justin Welsh, líder de agricultura digital de Syngenta.
Según el especialista, las dos tendencias principales que dominarán este cambio serán la automatización de la maquinaria agrícola y el análisis predictivo. "Con la información recolectada podemos analizar qué me dice para adelante, cuál es la mejor recomendación para trabajar en un ambiente que no podemos controlar", señaló.
"Hay una tecnología en camino para los próximos cinco años que nos hace difícil predecir qué va a pasar en el largo plazo", respondió Welsh al ser consultado sobre las eventuales nuevas disrupciones.
Una de esas innovaciones es la red de comunicaciones móviles 5G que permite multiplicar en forma exponencial el volumen y la rapidez de transmisión de datos. "Aquí estamos viendo cómo adoptarla en el área rural, porque muchas veces no tenemos señal en el campo; sí nos llega a la casa, pero cuando vamos al lote se pierde", dijo.