Unión - Colón, por el Torneo 2021: el Tatengue se dio el gran gusto, goleó en el clásico y se clasificó a la Copa Sudamericana

SANTA FE.- Unión ganó mucho más que el clásico santafecino. Su victoria ante Colón por 3 a 0, con goles de Imanol Machuca y Juan Manuel García en la etapa inicial, y Gastón González en el complemento, le abrió la puerta a la Copa Sudamericana 2022, el principal objetivo de su año deportivo lleno de irregularidades. El sabalero decepcionó. Tuvo un gran traspié, cuya dimensión se verá dentro de una semana porque el objetivo de este equipo es la final por el Trofeo de Campeones, al que accedió tras obtener en junio pasado su primera estrella en el fútbol argentino, frente a River, el último campeón, y que se disputará el 18 en Santiago del Estero.

A priori era un clásico de contrastes. Unión, bajo la conducción técnica del uruguayo Gustavo Munúa, llegaba con la urgencia por conseguir un resultado que le permitiera acceder por tercera vez a un certamen internacional. Y sabía que solo tenía una posibilidad. Y lo hizo. Colón pareció tener la mente puesta en su máximo objetivo, pero para templar el ánimo ésta era una excelente oportunidad. Ya no quedan muchos días para asimilar esta derrota, que seguramente pegará muy fuerte en el plantel y en sus simpatizantes, en una ciudad donde la grieta, muy marcada, la fomentan diariamente tatengues y sabaleros.

El clásico tuvo de todo: un buen marco (casi 28 mil personas coparon el “15 de Abril”) y un juego con acciones por momentos a tono con el espectáculo. En el campo, la diferencia fue física pero mucho más anímica. A eso, Unión le agregó orden en todas sus líneas y una disposición ofensiva que contó con la complicidad de su adversario, demasiado lento para contener tanta disposición ofensiva del local.

Unión comenzó concentrado y decidido. Colón nunca reaccionó y progresivamente se fue opacando. En esta etapa inicial, todo fue del tatengue. Ajustó marcas, tuvo una correcta circulación en el medio y cuando atacó fue letal. La concentración en todas las líneas fue su gran mérito. El sabalero pareció confiarse y cuando intentó reaccionar se dio cuenta que el adversario era muy superior. Fue un comienzo fácilmente olvidable para el equipo de Domínguez, desconocido en todas sus líneas, a partir de un arquero (Burián) que siempre reaccionó tarde.

Lo mejor del partido

El trabajo tatengue fue de menor a mayor, especialmente desde un medio campo uniforme en la contención y creativo para abastecer a sus delanteros. Roldán fue el eje de la contención; Machuca se impuso en el frente de ataque ante defensores lentos e imprecisos, y los demás ayudaron.

En realidad, Colón decepcionó en todas sus líneas frente a un local más decidido, mejor predispuesto y justificando esa diferencia inicial. El rojinegro, en esa etapa, no generó nada de peligro frente a Moyano. Fue culpa de Unión pero más por sus propias culpas porque mostró una muy pobre imagen, con una lentitud defensiva exasperante.

Muy poco cambió en el complemento. Colón buscó pero no pudo ni supo encontrar respuestas diferentes, y Unión siguió concentrado, sin dejar espacios descubiertos. A Colón ni las modificaciones le dieron resultado; Unión, en cambio, exhibió una línea de juego efectiva. Terminó siendo un claro y contundente ganador del clásico. Un equipo que, con tantos juveniles, cuando se afiance será protagonista. El sabalero deberá aprender de esta lección porque de lo contrario, ante River, va a tener serias dificultades. También tendrá que entenderlo su técnico, que hoy perdió con su mezquina propuesta. El triunfo tatengue despertó un festejo interminable en la ciudad capital. Sin dudas merecido. Unión jugará otra vez la Copa Sudamericana, y eso tiene un gran valor en la ciudad.