Talleres - Independiente, por el Torneo 2021: el Rojo venció sobre la hora a la “T” en Córdoba y lo dejó sin el premio del subcampeonato

A Talleres se le atragantó la posibilidad de ser subcampeón en la última bola. Un gol de Carlos Benavídez en el minuto seis de descuento le dio una victoria inesperada a Independiente de acuerdo al desarrollo del encuentro y venció 2-1 en Córdoba para terminar con mueca sonriente una campaña con más sombras que luces.

Cuando dos equipos llegan a un partido con heridas abiertas, el destino suele ser una moneda al aire, más pendiente del orgullo para reaccionar y sacudirse la melancolía

Talleres se asomó a la lluviosa noche cordobesa con la lastimadura fresca del empate que fue derrota ante Boca en la final de la Copa Argentina. Una frustración que su público quiso espantar desde la misma salida del equipo a la cancha con un recibimiento propio de un campeón, apoyado en una campaña sobresaliente.

Las heridas de Independiente son más duraderas y profundas, porque abarcan todos los ámbitos. El institucional, con unas elecciones a la vuelta de la esquina (en teoría, el próximo domingo) que nadie sabe si van a celebrarse ni quiénes podrán participar. El económico, con deudas millonarias en dólares a corto y largo plazo, un pasivo gigantesco e inhibiciones a la vista. Y por supuesto, el futbolístico, que a sus hinchas les duele más que ninguno.

El Rojo concluye otra temporada con sensación de vacío. En los números, por la falta de títulos y la no clasificación para la Copa Libertadores, pero fundamentalmente por la mediocridad en el juego. En todo el año, los partidos que superaron el calificativo de buenos caben en los dedos de una mano, y pese a algunos argumentos que pueden valer como coartada -ventas de jugadores, plantel limitado, exceso de jóvenes-, la pobreza exhibida de mitad de cancha en adelante evidenció una alarmante carencia de ideas y de esfuerzo para imaginar y poner en práctica variantes creativas que mejoren el trabajo con la pelota en los pies.

Si el pasado reciente se siente en el ánimo, el porvenir también ayuda a condicionar el rendimiento. Talleres e Independiente ya tienen la cabeza más puesta en el porvenir que en el presente. Una reunión entre el presidente Andrés Fassi y el técnico Alexander Medina definirá este martes la continuidad o no del uruguayo al frente del plantel, y partir de ahí, el posible futuro de algunos futbolistas importantes, como Diego Valoyes, Carlos Auzqui, Nahuel Tenaglia o Enzo Díaz. Del otro lado, todo parece indicar que el ciclo de Julio César Falcioni en el Rojo habría bajado su telón en el estadio Kempes (curiosamente, solo se levantó de su asiento para gritar el gol de la victoria), pero hoy por hoy, con o sin elecciones, lo que vaya a ocurrir en 2022 es una incógnita.

El 1-0 de Romero

Con semejante panorama, el partido se jugó a los tirones. El Rojo se puso arriba en la primera acción. El colombiano Rafael Pérez cruzó sus brazos para tapar un disparo de Alan Soñora a los 2 minutos, y Silvio Romero no falló en el penal para poner el 1-0. La ventaja prematura acentuó la idea original de Falcioni, un 5-3-2 que recordó su fórmula predilecta en los meses iniciales de su proceso.

Al conjunto cordobés, que necesitaba ganar para lograr el subcampeonato, no le quedó más remedio que ir al ataque, y mostró las debilidades actuales que le costaron perder la carrera con River en la pelea por el torneo y no poder doblegar a un timorato Boca en la final de días atrás en Santiago del Estero.

El 1-1 de Retegui

Un centro de Díaz que se envenenó y chocó contra el palo izquierdo de Sebastián Sosa; y un remate de Diego García que tapó el arquero fueron las únicas ocasiones de peligro que creó en el tiempo inicial, a pesar de monopolizar la pelota durante más de media hora. En el segundo tiempo, el uruguayo se lució ante disparos sucesivos de Auzqui, Juan Ignacio Méndez (que luego pegó el poste) y un cabezazo de Mateo Retegui en una ráfaga de dos minutos.

Antes y después, Independiente se dedicó a aguantar el 1-0 dejándose dominar, acumulando gente en el fondo y amenazando un contraataque decisivo que nunca logró concretar. Nada diferente a lo visto en el resto del campeonato, y una vez más no pudo sostener el resultado.

El 2-1 de Benavídez

Talleres consiguió el premio a su perseverancia a los 39 gracias a un centro de Díaz que bajó Tenaglia y empujó Retegui. Y aunque intentó hasta el final obtener el gol que le diera el segundo puesto, le faltaron tiempo, capacidad física y lucidez mental para lograrlo. A cambio recibió el cachetazo del tanto de Benavídez que lo dejó con las manos vacías. Independiente se va de vacaciones con una alegría. No es poco cuando el presente está tan lleno de penurias y el futuro es un enorme signo de interrogación.