María Delia Terrén de Ferro
El fallecimiento
María Delia Terrén de Ferro, fallecida anteayer, a los 85 años, fue una personalidad destacada en la vida cultural argentina, una mujer que sobresalió en la docencia, la investigación y el diálogo intelectual.
Se graduó de profesora de historia, con medalla de honor, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA en 1943, y se doctoró con su tesis histórica sobre la libre navegación de los ríos. En 1951 la Facultad de Humanidades de la Universidad de La Plata la editó con el título "Los tratados de 1853 sobre la libre navegación de los ríos" y LA NACION la calificó como "un sustancioso ensayo".
Fue delegada en representación de los graduados en el consejo directivo de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, donde fue titular de la cátedra de Historia General de la Educación.
En la Universidad del Salvador fue titular de Filosofía de la Educación, materia en la que era reconocida como erudita especialista. Escribió "Historia de la instrucción pública en la Argentina", en dos tomos (1898-1916 y 1916-1930). Colaboró con distintas publicaciones culturales, como Amicitia, donde publicó trabajos como "La Eucaristía y la vida eterna" y "La Universidad actual y su autonomía".
En el Ministerio de Cultura y Educación fue directora de Cooperación Internacional de la Comisión Argentina para la Unesco. Fue, asimismo, investigadora principal del Conicet en el área educativa.
Colaboró estrechamente con el filósofo Ismael Quiles, sacerdote jesuita, inspirador del "insistencialismo", en la Universidad del Salvador y en la Fundación Ser y Saber, que difunde su pensamiento y cuya comisión directiva integró.
Se casó con el doctor Publio M. Ferro, con quien tuvo tres hijos, uno de ellos sacerdote, y cinco nietos.
De arraigada fe católica, en su juventud fue delegada de las universitarias de la Acción Católica. Colaboró en diversas tareas de apostolado en parroquias y escuelas. Participó en la Asociación de Ex Alumnas del Colegio Sagrado Corazón, donde se había educado, y en la Archicofradía del Santísimo Sacramento.
Compartió muchas inquietudes intelectuales con su hermana María Mercedes Terrén, que fue en 1980 la primera mujer rectora de una universidad, la del Salvador.
Amó entrañablemente su país, como lo atestiguan sus escritos y testimonios, y fue muy grande su cariño por el campo bonaerense, donde pasaba las temporadas de verano en el partido de Maipú, donde murió.
Ayer, a las 19.30, concelebraron una misa en su casa, su hijo, el presbítero José Ignacio Ferro, y el presbítero Juan Francisco Garheis. Hoy, a las 10.30, se oficiará una misa de cuerpo presente en la basílica de Nuestra Señora del Socorro, Juncal y Suipacha. El sepelio se efectuará a las 11.30, en la Recoleta.
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