Madonna en Brasil: furor por su show en Río de Janeiro e incertidumbre por el muro que dividirá al público de los invitados VIP

“No se habla de otra cosa”. Eso dicen algunos medios brasileños sobre Madonna. La diva del pop ya está en Brasil para presentar lo que promete ser el show más importante de su carrera. Y quizá también de Brasil, si su actuación en la playa de Copacabana, Río de Janeiro, logra convocar más gente que la que lograron reunir los Rolling Stones, en el show que el grupo inglés ofreció en esa misma playa, en 2006, ante un millón y medio de personas. Este sábado, Madonna dará el último concierto de su Celebration Tour (o, al menos, el último que está programado hasta ahora en su agenda de gira).

El tratamiento de ciertas estrellas de la música es similar más allá del país donde se encuentren. Al menos en América Latina, se puede ver fans en la puerta del hotel donde se alojan o fotógrafos que hacen guardias para obtener alguna imagen. Y eso fue lo que ocurrió cuando Madonna, apenas arribada al Brasil, se asomó a la ventana del hotel Copacabana Palace, frente a donde se está montando el escenario para el sábado. Incluso, se espera atentamente su salida ya que tiene prevista una prueba de sonido y otros ajustes del espectáculo que ofrecerá en este escenario, el jueves y el viernes, desde las 18.

Hasta el momento, también se sabe Anitta, que es la mayor estrella brasileña de la música internacional actual, será la invitada especial a su concierto. Según informó O Globo, se espera que canten en vivo, por primera vez, el tema “Faz Gostoso”, lanzado por ambas en 2019. También trascendió que el mayor problema era logístico, ya que Annita debe estar el lunes en Nueva York para participar en la Met Gala, aunque también Madonna deberá estar allí y decir presente.

Cabe esperar más novedades en los dos días que restan hasta el show, ya que las particularidades del lugar podrían ameritar algunos cambios respeto a lo que Madonna lleva ofreciendo desde que comenzó su periplo con The Celebration Tour, el 14 de octubre de 2023, en el O2 Arena de Londres.

La gira celebra el 40 aniversario desde que comenzó su carrera y repasa varios hitos de esa trayectoria. Es un espectáculo que, en promedio, dura dos horas y quince minutos. Sus últimas actuaciones fueron la de una serie de cinco conciertos que dio entre el 20 y el 24 de abril en el Palacio de los Deportes, de México, con un repertorio de unas 25 canciones. El show de este sábado está programado para las 21.45 y será transmitido por televisión y streaming para abonados de GloboPlay.

Por estos días, la playa es un constante desfile de personas que se dedican a la instalación del escenario. Ya está colocado, como se suele hacer en estos casos, para eventos de esta clase, el puente que une la playa con la vereda de enfrente de la avenida costanera de Río; esa que la permitirá a Madonna llegar desde el hotel al escenario sin tener que atravesar el gentío que la espere.

Mientras los caños se levantan y los equipos se instalan, hay gente vacacionando a metros de allí (se los ve en las imágenes con sombrillas) y cariocas que se quejan por la disposición del predio. Según algunos comentarios en redes sociales, preocupa el muro metálico que se instaló para dividir a los 7500 invitados VIP del resto de los mortales que asistirán, que mide unos dos metros de alto.

“Buen día mis amores. ¿Quién va a venir a ver el show de Madonna”, dice Rafael Globes, en un video que publicó en Twitter. “¿Lo ven allí?”, dice y muestra a sus espaldas el muro metálico. Sin embargo, como ya hubo varias quejas al respecto, la producción aclaró que esas placas están instaladas por cuestiones de seguridad y luego serán reemplazadas por otras que permita una mejor visibilidad. “Es una zona de montaje y con mucha gente alrededor”, explicaron. El 4 de mayo se retirará el muro y el público tendrá una amplia visión del escenario, que tiene 812 metros cuadrados. Por otra parte, se informó que no tendría sentido acampar días antes para conseguir un mejor lugar debido a que la Policía Militar estaba atenta para disuadir a todos aquellos que quisieran hacerlo.

Madonna y su historia carioca

La primera de sus visitas al Brasil fue en 1993, cuando ya era una cantante famosa y no le resultaba fácil moverse libremente por Río. De hecho, para visitar el Corcovado se puso una larga peluca negra, enrulada, y anteojos de sol redondos, al estilo Lennon. Sin embargo, fue descubierta. Y eso que en aquel tiempo la gente no portaba celulares con cámara, como hoy que cualquier imagen puede estar subida a las redes, al instante. ¿Acaso el pañuelo negro estampado, al estilo Guns N’ Roses que llevaba sobre su cabeza fue lo que llamó la atención? Quién sabe, ya pasaron 31 años de aquella primera incursión en suelo brasileño y 12 de la más reciente. Y es, quizá, por ese tiempo que ha pasado que se esté tan pendiente de la diva. Hoy los paparazzi y los fans casi trabajan de manera complementaria. Por eso es que se espera más novedades de la diva en Brasil, antes del show que dará el sábado.

La expectativa por este concierto comenzó a principios de marzo pasado, cuando el diario O Globo deslizó la posibilidad de que la cantante cerraría su tour en Río, con un concierto gratuito. Incluso, según informo la agencia EFE en ese momento, también se desmintieron algunos rumores en torno a lo que todavía era una posibilidad, no confirmada por los productores de la gira. Mientras que se dijo que la Asociación de Vecinos de Copacabana (AmaCopa) había presentado un recurso ante la Justicia para que se impidiera el posible espectáculo, por los trastornos que generaría en un barrio con pocos accesos, desde esta entidad rápidamente desmintieron esta versión. Incluso, aclararon que están acostumbrados a que, por tratarse de la playa más famosa de ese país, están perfectamente acostumbrados a eventos que involucren mucha cantidad de gente.